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23 diciembre 2018
La Plexitis Braquial a propósito de un caso clínico
Redactado por el Dr Jesús Gutierrez Daza Hora: 7:30:00 a. m. 0 Comentario Print PDF
Labels: Casos Clinicos , Medicina
25 noviembre 2018
Caso Clínico linfangioma cervical
Aparato respiratorio: expansibilidad simétrica murmullo vesicular adecuado, no estertores Frecuencia respiratoria 40 por minuto.
Aparato cardiovascular: Ruidos cardiacos rítmicos, con buena intensidad, no soplos, pulsos periféricos presentes Frecuencia cardiaca 130 por minuto.
Sistema nervioso: Fontanela anterior amplia y normotensa, fontanela posterior puntiforme, reflejos primarios presentes.
Sistema osteomioarticular: se observa aumento de volumen en región cervical derecha, blanda no impresiona dolor de 5cm aproximadamente, sin cambios de coloración, no pulsátil.
Impresión Diagnostica: Recién nacido vivo a pretérmino.
Peso bajo para la edad gestacional
Hipotrófico severo
Linfangioma cervical derecho.
Se le realiza procedimiento quirúrgico a los 8 días de vida extrayéndose por completo tejido linfático el mismo que se envía a estudio Histopatológico, el cual reporta no presencia de células malignas. El neonato es dado de Alta a los 14 días con un peso de 2500 gramos con evolución favorable y sin ninguna complicación.
DISCUSIÓN: Los linfangiomas a nivel cervical son tumores o masas de carácter benignos, por su localización y desarrollo en ocasiones complican a los neonatos, comienza su desarrollo a partir de los primeros años de vida, y en número importante al final del periodo fetal o previo al nacimiento. El sistema linfático puede desarrollarse de manera inadecuada, caracterizándose por problemas en el vaciado de linfa, originando lo que se denomina higroma o linfangioma quístico. Son asintomáticos aproximadamente 90 % y mayoría se localizan a nivel del cuello y axila, pero hay que tener en cuenta pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. La sintomatología está relacionada con la situación, así el que se ubica en la región cervical puede afectar al niño en el momento del nacimiento, por que provoca compromiso a nivel de la vía aérea, ocasionando una emergencia neonatal u obstétrica. Habitualmente aparece en el nacimiento, y puede ir evolucionando paulatinamente hasta los primeros años, lo cual ocasiona agrandamiento paulatino, y que si existe una infección respiratoria puede llevar a una insuficiencia respiratoria debido a la compresión de la vía aérea. Se dividen en, linfangioma simples o capilar, a su vez linfangioma cavernoso o esponjoso y linfangioma quístico o higroma quístico, muchas ocasiones se produce rotura de tumores lo que provoca hemorragias, que confunden con linfohemangioma.
Cuando se encuentran a nivel perifaríngea hay lesiones y trastornos en la articulación temporomandibular, a nivel supraclavicular para diferenciar se realiza vasalva, especialmente cuando se sospecha de linfangiomas mediastínicos. Además, en muchas ocasiones se realizan punciones en caso de dudas e incertidumbres ya sea para descomprimir, o para diagnosticar. Para el diagnostico se basa fundamentalmente en la clínica, por presencia de masa llena de líquido la misma que se encuentra situada a nivel de cabeza, o cuello, se realiza transiluminación, lo que guía hacia la presencia de líquido en el interior.
Los exámenes complementarios los mismos que pueden ser ecografía o radiografía, los que ayudan a visualizar si existe lesiones ya sean superficiales o profundas, tomografía computadorizada, resonancia magnética, se indica si se sospecha de lesiones profundas y de gran tamaño.
Tratamiento conservador o quirúrgico se basa en el grado de infiltración, tipo de lesión y la habilidad con el tratamiento, la mayor parte de la bibliografía médica se recomienda la extirpación quirúrgica completa temprana. El linfangioma macroquístico, incesantemente ostenta superior pronóstico que el microquístico, sobre todo por el componente es quístico y no cavernoso o mixto.
Complicaciones las más comunes son hemorragias y infecciones sobreagregadas, el pronóstico es bueno si se realiza la extracción total de la masa tumoral y no coexiste daño en otros órganos.
Con el adelanto de la cirugía fetal se logra realizar la corrección in útero de ciertas anomalías congénitas, aunque para el higroma quístico aún no hay indicaciones. (10)
CONCLUSIONES: El linfoma quístico es una anomalía infrecuente, se debe realizar el diagnóstico de manera precoz y así evitar posibles complicaciones, por lo que consideramos sustancial la divulgación de esta enfermedad tan poco común, cuyo tratamiento definitivo es la resección quirúrgica, por la baja morbilidad y el bajo índice de recurrencia.
Redactado por el Dr Jesús Gutierrez Daza Hora: 8:30:00 a. m. 1 Comentario Print PDF
Labels: Casos Clinicos
03 noviembre 2018
Mixoma Auricular reporte de un caso
DISCUSIÓN Los mixomas cardíacos son lesiones de proliferación lenta que crecen a partir de células mesenquimales subendocárdicas pluripotentes, las cuales pueden diferenciarse en mixomas dentro de una variedad de líneas celulares, incluyendo epiteliales, hematopoyéticas y musculare. Las características clínicas de estos tumores están determinadas por su localización,tamaño y movilidad. No hay asociación significativa entre el tamaño del tumor (menor de 5 cm o mayor) y las circunstancias del diagnóstico (sintomático o asintomático). Los mixomas pueden tener síntomas desorientadores, convirtiéndose en un reto importante, que explica la tardanza en el diagnóstico. Pueden tener efectos catastróficos por el deterioro de la estructura y función cardíaca. Con respecto al paciente, este se mantuvo asintomático hasta que ocurre la obstrucción de la válvula mitral por el tumor, donde comienza a presentar síntomas de insuficiencia cardíaca. El mixoma auricular se caracteriza por presentar síntomas sistémicos o constitucionales por la liberación de citoquinas inflamatorias (interleukina-6), como fiebre, malestar general, artralgias, pérdida de peso, eritrosedimentación acelerada, anemia y leucocitosis. La superproducción de interleukina-6 está relacionada con los síntomas constitucionales y el tamaño del tumor. También puede haber aumento de gammaglobulina y trombocitopenia. La resección del tumor fue seguida de una remisión completa de los síntomas y normalización de los parámetros de laboratorio. Pueden presentarse también con síntomas cardiovasculares: infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca aguda o crónica, síncope, arritmias (frecuentemente fibrilación auricular), simulando una estenosis mitral, con la cual se debe efectuar el diagnóstico diferencial; raramente se han encontrado asociados con estenosis mitral, con síntomas neurológicos y cuadros cardioembólicos, ya sea en el circuito sistémico o pulmonar, según la localización del tumor, por desprendimientos de pequeñas porciones del mismo que impactan en arterias intracraneales, pudiéndose presentar con cuadros de mareos o síncope si los mismos son del lado izquierdo, amaurosis permanente o transitoria por compromiso de las arterias retinianas, así como cuadros embólicos sobre el circuito sistémico, o en forma de embolias que interesan al circuito pulmonar si el mixoma se encuentra en cavidades derechas. Desde el punto de vista del crecimiento del material embólico se han comunicado casos aislados de los mismos. Son benignos y la escisión quirúrgica es el procedimiento electivo. Las manifestaciones cutáneas que se evidencia en los mixomas auriculares son manchas en la piel, máculas eritematosas, nevos asociados con fenómeno de Raynaud e isquemias distales como consecuencia de fenómenos embólicos. Los mixomas auriculares pueden constituir el complejo de Carney, síndrome descrito en los años 80, que se caracteriza por la presencia de lesiones cutáneas pigmentadas (nevos azules, lentiginosis), mixomas (cardíacos, cutáneos y mamarios), hiperreactividad endocrina hipersecretora y schwannomas melanóticos. El método de imagen de elección para realizar el diagnóstico es el ecocardiograma bidimensional, el cual es preciso, confiable, no invasivo y no implica ningún riesgo de fragmentación del tumor y posterior embolización. La clave más importante para el diagnóstico de mixoma es que esté fijo al septum interauricular, de ahí la importancia de localizar el sitio donde está fijo el tumor durante el examen ecocardiográfico. La ecocardiografía transtorácica usualmente es suficiente para diagnosticar mixomas, pero si el resultado no es óptimo puede utilizarse la ecocardiografía transesofágica. En el caso que se presenta no se necesitó la ecocardiografía transesofágica para realizar el diagnóstico ya que el resultado de la ecocardiografía transtorácica fue concluyente. El tratamiento de elección de los mixomas es la remoción quirúrgica. Una vez que se diagnostica, es esencial la escisión urgente del tumor, lográndose el cese completo de los síntomas. La evolución de los tumores depende de su localización y de su grado de extensión, de la prontitud del diagnóstico y de la decisión quirúrgica. El 85% de las recurrencias ocurren en el sitio original o muy cerca de este, y el tiempo varía entre algunos meses. El pronóstico a largo plazo es excelente. En la literatura, la mortalidad quirúrgica es baja (0% al 5%) y la mortalidad hospitalaria luego de la escisión del tumor va de (0% a 12%). Se recomienda como seguimiento hacer un ecocardiograma anual. CONCLUSIONES El estudio de las masas intracardiacas y de los mixomas en particular involucra el uso rutinario del ecocardiograma transtorácico y transesofágico. Entre los tumores primarios, los benignos se resuelven con la escisión quirúrgica, con baja morbimortalidad y buena respuesta clínica. La decisión terapéutica temprana resuelve la mayoría de los casos, impidiendo la aparición de secuelas invalidantes tanto neurológicas como sistémicas. Por este motivo, el estudio ecocardiográfico debe ser una metodología rutinaria en todo paciente cuya forma de presentación sea la aparición de episodios embólicos, con o sin presencia de soplo, ya que el eco permite no sólo efectuar el diagnóstico de manera segura y rápida sino también evaluar la terapéutica instituida y la evolución de las lesiones tratadas.FUENTE:Intramed Journal
Redactado por el Dr Jesús Gutierrez Daza Hora: 3:38:00 p. m. 0 Comentario Print PDF
Labels: Casos Clinicos
Caso Clínico Paciente con Síndrome de Brugada
El paciente debutó, como primera presentación de su cardiopatía, con un cuadro sincopal, sin pródromos, que se recuperó con absoluta normalidad, aunque acudió al hospital ante la insistencia familiar, sin encontrarse en el examen físico preliminar ninguna alteración, con normalidad en las exploraciones complementarias y analíticas de rutina. Tras completar la anamnesis, se supo que no había sido la primera vez que sufría estos episodios, lo que, unido a sus antecedentes familiares, hizo que se completara el estudio con un electrocardiograma (ECG), ecocardiografía y Holter con resultados normales, por lo que finalmente se etiquetó el cuadro como un síncope vasovagal, dándose de alta asintomático y sin tratamiento alguno.
Tras este suceso, el paciente permaneció dos años asintomático hasta que se repitió un nuevo episodio sincopal en su domicilio, al levantarse del sofá mientras veía la televisión, acompañado de sensación de mareo, cierta inestabilidad, sudoración y palpitaciones, con un discreto dolor en región cervical y mandibular. Refería esta sensación a menudo, sin relación con el esfuerzo, a veces de horas de duración, pero de carácter más leve, así como episodios de palpitaciones autolimitados.
Volvió a ser atendido en el Hospital, donde se le realizó nuevo ecocardiograma, donde se observó un ventrículo izquierdo no dilatado (DTDVI 48 mm), con paredes de grosor normal. Aurícula izquierda no dilatada. Insuficiencia mitral ligera. Función sistólica conservada, sin trastornos segmentarios de contractilidad. Llenado mitral de mala relajación. Sin derrame pericárdico.
También se completó el estudio con un ECG y, en esta ocasión, llamó la atención cómo se objetivó un patrón en silla de montar en V2, como única alteración destacada.
Ante la sospecha diagnóstica, se le efectuó ecocardiograma de estrés, pero tuvo que ser suspendido antes de finalizar la prueba ante la aparición de náuseas y fatiga intensa, alcanzando el 80% de la frecuencia cardíaca máxima teórica, sin presentar el paciente ni clínica compatible con SB, ni hallazgos de isquemia inducible. Con dosis progresivas de vasoactivo endovenoso, los distintos segmentos mostraron un aumento progresivo de la contractilidad, sin zonas de hipocinesia.
Finalmente, se le realizó Test de Flecainida, comprobándose progresivo ascenso del segmento ST en V1 de 2 mm y en V2 de hasta 4 mm, característico de patrón de Brugada tipo 1, por lo que, por fin, se concluyó el diagnóstico de confirmación.
Tras completarse el diagnóstico y, teniendo en cuenta todos los factores intervinientes en la historia clínica del paciente, cobrando peso, sobre todo, los antecedentes sincopales y la historia familiar de muerte súbita del padre, se decidió instalar como tratamiento definitivo un desfibrilador automático implantable (DAI), sistema Biotronik Iperia 7 VR-T-DX con sonda DF-1 Pro MRI S DX 65/15, intervención que se realizó con éxito y sin complicaciones.
El paciente fue dado de alta asintomático, indicándole los cuidados que precisaba su enfermedad y las recomendaciones que debía seguir en determinadas situaciones. A este respecto, se le advirtió sobre el uso de algunos medicamentos y se le facilitó la lista de los fármacos y drogas cuyo consumo debían evitar los portadores de un síndrome de Brugada(35), entre los que se encuentran:
Fármacos antiarrítmicos: Ajmalina, Flecainida, Pilsicainida, Procainamida, Propafenona, Amiodarona, Cibenzolina, Disopiramida, Lidocaína.
Psicofármacos: Amitiptilina, Clomipramina, Desipramina, Litio Loxapina, Nortriptilina, Trifluoperazina, Carbamazepina, Ciamemazina, Dosulepina, Doxepina, Fluoxetina, Fluvoxamina, Imipramina, Maprotilina, Perfenazina, Fenitoína, Tioridazida.
Anestésicos y analgésicos: Bupivacaína, Propofol, Ketamina, Tramadol.
Otras sustancias: Acetilcolina, Ergonovina, Dimenhidrinato, Edrofonio, Indapamida, Terfenadina/Fexofenadina.
Drogas de abuso: Alcohol etílico y Cocaína.
Del mismo modo, se recomendó el tratamiento enérgico de cualquier cuadro febril, ya que se conoce que estos procesos pueden desencadenar arritmias ventriculares en pacientes con SB(33). Igualmente, se aconsejó evitar esfuerzos físicos importantes, así como situaciones de estrés o con riesgo de caídas.
Como se comentó en sus antecedentes, el paciente estaba pendiente de una intervención de hernia discal por el equipo de Traumatología, cuestión que le preocupaba bastante, ya que tenía implantado el DAI, por lo que se le informó que no existían contraindicaciones para la cirugía de columna y que se tomarían medidas cuando se llevase a cabo la intervención, precisando únicamente en ese momento la colocación de un imán sobre el generador, para desactivar las terapias, mientras se mantenía la monitorización. Concluida la cirugía, se retiraría el imán, sin precisar reprogramación.
El paciente fue dado de alta y acudió periódicamente a sus revisiones tras la implantación del DAI. Tras dos años de seguimiento, continua asintomático, sin aparición de nuevos episodios sincopales, ni clínica relacionada con el SB.
Discusión. Como se ha comentado, el SB predispone genéticamente a presentar arritmias ventriculares y muerte súbita según una herencia autosómica dominante(33) -recordar los antecedentes familiares del paciente, con el fallecimiento de su padre por muerte súbita-. Sin embargo, la enfermedad puede no presentarse con este patrón en otros familiares, siendo su aparición esporádica en una proporción significativa de pacientes(33).
A pesar de la baja prevalencia de este síndrome, su importancia no es intrascendente, al considerarse responsable de hasta el 20% de las muertes súbitas en pacientes sin alteraciones estructurales cardíacas(36). A pesar de parecer unas cifras elevadas, posiblemente, sean incluso inferiores a las reales, ya que muchos pacientes presentan formas silentes del síndrome, que no llegan a diagnosticarse.
No siempre su evolución será hacia la muerte súbita y la mayoría de las veces se presentará con una clínica anodina. Esto dependerá, así como su pronóstico, de varios factores que podrían predisponer a la hora de desarrollar fibrilación ventricular, entre los que cabe destacar:
Episodios de fibrilación auricular paroxística.
Historia familiar de muerte súbita.
Síncope sin pródromos.
Y patrón electrocardiográfico de SB tipo 1(33).
En cuanto a las opciones terapéuticas, siguiendo las recomendaciones del European Heart Rhythm Association (EHRA), reseñar que el desfibrilador automático se considera el tratamiento de elección en el SB, con una eficacia clínica demostrada ampliamente(33,37). Además de los cardiodesfibriladores, se sugiere el uso de fármacos antiarrítmicos como prevención de la aparición de arritmias asociadas al SB en aquellos pacientes en los que no esté indicada su implantación o en aquellos con difícil acceso a los mismos(33).
En general, el DAI se utiliza en aquellos pacientes con sintomatología debida al SB y en asintomáticos con historia familiar de muerte súbita(34), ambas circunstancias coincidentes con nuestro caso.
Pacientes asintomáticos, sin historia familiar de muerte súbita y cuyo patrón ECG tipo 1 sólo se documente tras la administración de fármacos bloqueadores del sodio, serán siempre candidatos a la implantación de un DAI(34), aunque esta decisión puede demorarse mientras se cumplan las recomendaciones vistas y referidas con anterioridad para el SB, como evitar una serie de fármacos que podrían empeorarlo(35), llevar a cabo un tratamiento agresivo en caso de aparición de procesos febriles y llevar un seguimiento periódico que asegure que no hay empeoramiento del estado de salud del paciente.
Aquellos pacientes asintomáticos, sin historia familiar de muerte súbita y no inducibles, probablemente no precisen tratamiento y sólo sea necesario el seguimiento clínico(34).
Debe tenerse en cuenta en esta categorización de pacientes, candidatos o no al implante del DAI, que los pacientes que lo requieren por el alto riego de muerte súbita, normalmente presentan a la par una alta incidencia de arritmias atriales, lo que sugiere que estas podrían considerarse indicadoras de enfermedad severa y por lo tanto, debe contemplarse el DAI como opción terapéutica recomendable(38).
Del mismo modo, se sugiere la colocación del implante en sobrevivientes a una parada cardíaca y/o en aquellos que hayan tenido una taquicardia ventricular sostenida documentada, con o sin síncope (recomendación I nivel de evidencia A) y en pacientes con patrón ECG tipo 1, con diagnóstico sin inducción necesaria, que incluyen una historia de síncopes de repetición o que, probablemente, hayan presentado una clínica provocada por arritmias ventriculares(39).
Conclusión. Pese a que las características clínicas, electrocardiográficas y genéticas de este síndrome se conocen y han sido bien descritas, aún persisten muchas dificultades en su diagnóstico. Entre las numerosas y habituales causas con las que se debería realizar un diagnóstico diferencial tras el hallazgo de cuadros sincopales de repetición, casi con seguridad, la mayoría de los profesionales no incluirá el SB. Y es probable que esto suceda por el desconocimiento que se tiene de este síndrome y por la dificultad diagnóstica, motivada por las distintas formas de presentación clínica y electrocardiográfica.
Es por ello, que debemos esforzarnos en difundir sus características para que no pase desapercibido, ya que su gravedad le confiere una alta tasa de mortalidad, que podría ser del todo evitable, sólo pensando en él como posibilidad diagnóstica ante cuadros sincopales de repetición.
Redactado por el Dr Jesús Gutierrez Daza Hora: 2:14:00 p. m. 0 Comentario Print PDF
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29 septiembre 2018
Caso Clínico Paciente con Dolor Abdominal en Fosa Iliaca Derecha
Redactado por el Dr Jesús Gutierrez Daza Hora: 1:25:00 p. m. 0 Comentario Print PDF
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23 septiembre 2018
Caso Clinico lesión en cuero cabelludo, con bordes descamativos
Redactado por el Dr Jesús Gutierrez Daza Hora: 10:30:00 a. m. 0 Comentario Print PDF
Labels: Casos Clinicos
09 septiembre 2018
Caso Clínico: Paciente con Traumatismo Abdominal
Redactado por el Dr Jesús Gutierrez Daza Hora: 12:50:00 p. m. 0 Comentario Print PDF
Labels: Casos Clinicos
25 agosto 2018
Caso Clínico: Mujer con Malestar General Inespecífico
- Paciente femenina de 29 años de edad quien refiere haber presentado hace 10 días, tras viajar en coche durante 7 horas, dolor a nivel del gemelo derecho que atribuyó a contractura muscular por el que acudió al fisioterapeuta procediéndose a vendaje del miembro y sesión de acupuntura en dicha zona el quinto día tras el viaje con mejoría clínica. Tres días más tarde, inició dolor dorsal de predominio derecho que aumentaba con la respiración profunda y posición de decúbito, pero sin clara relación con los movimientos y escasa mejoría con analgesia convencional con Dexketoprofeno c/8h y Paracetamol c/4h. En las últimas 24 horas refiere disnea y tos con expectoración blanquecina y posteriormente verde-amarillenta con alguna estría hemática; esta mañana al despertarse presentó una intensa exacerbación del dolor dorsal, con aumento de sensación disneica, palpitaciones y sensación de hipoestesia en brazo izquierdo, por lo que decide acudir para valoración. Niega sensación distérmica desde inicio del cuadro. Antecedentes personales: obesidad (97kg), fumadora activa (5 cigarros/día), ovario poliquístico en tratamiento hormonal desde hace 10 años, cólico renal en noviembre de 2015, bronquitis poco frecuentes pero que cursan con sibilancias y a veces son tratadas con inhaladores y en una ocasión (2010) con corticoide oral (le produjo malestar general y cefalea). Trabaja de peluquera Antecedentes familiares: historia familiar de varices, no de enfermedad tromboembólica venosa. Medicación actual: ACO Sin alergias medicamentosas conocidas hasta la fecha. EXPLORACIÓN FÍSICA: Tª: 37’2ºC. TA: 110/57 mmHg. SatO2: 92% basal. FC de 128x’. Taquipnea de reposo, sudorosa. Nerviosismo. EEII: no empastamiento gemelar, no se palpa cordón varicoso. Hommans negativo bilateral, pulsos distales conservados y simétricos. Leve dolor a la palpación de la musculatura dorsal bilateral, especialmente en hemitórax derecho. No dolor a la palpación de apófisis vertebrales. PRUEBAS COMPLEMENTARIAS: Analítica completa + gasometría ECG Placa de tórax Escala de Wells: valoración total de 4’5 Tras observar Dímero D> 12502 µg/L con una escala de Wells de probabilidad intermedia, se solicita: TAC torácico. Ecocardiograma Ecodoppler de miembros inferiores Esputo REVALORACIÓN Respiración: FC: 128 lpm. TA: 110/57 mmHg, SatO2 basal: 92%, 22 rpm, llenado capilar 2 seg,. Alimentación: Peso: 97 Kg. Talla: 166 cm. IMC: 35’2. Obesidad Tipo II. Última hora de ingesta hace 3 horas. Eliminación: Patrón no alterado Movilización: Se mantiene en reposo absoluto. Reposo/sueño: Estos días dormía con dificultad por el dolor. Vestirse/desvestirse: Patrón no alterado. Termorregulación: Febrícula de 37’2ºC. (Tª axilar) Higiene: Patrón no alterado. Seguridad: Reposo en cama. Control de INR Comunicación: Paciente nerviosa por la situación disneica y preocupada por el dolor atípico. Creencias y valores: Se desconoce Trabajar/realizarse: Peluquera desde hace 7 años Ocio: Viajes, lectura, cine Aprendizaje: Desconocimiento sobre los riesgos que suponen la obesidad junto con la toma de anticonceptivos orales (ACOs) y ser fumadora. DIAGNÓSTICO y PLANIFICACIÓN Dolor agudo torácico relacionado con un derrame pleural, manifestado por taquicardia, disnea de reposo y nerviosismo. Deterioro del intercambio gaseoso relacionado con el tromboembolismo pulmonar (TEP) y el derrame pleural manifestado por disnea de reposo, taquipnea, dolor y baja saturación basal. Perfusión tisular cardiopulmonar inefectiva relacionada con la dilatación del ventrículo derecho, infarto de los lóbulos pulmonares inferiores manifestada por baja saturación, disnea de reposo, dolor torácico, taquicardia. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL Diagnóstico diferencial con TVP. Una vez realizado el Índice de Wells para probabilidad de TVP, se estima oportuno realizar los criterios de Wells para diagnóstico de TEP. La puntuación obtenida es de 4’5, es decir, la probabilidad de padecer un TEP es intermedia, por lo que se compara con los resultados del diagnóstico por imagen. DIAGNÓSTICO FINAL: El dímero D es un producto de degradación de la fibrina presente en el trombo, que se genera cuando esta es proteolizada por la plasmina. Es una prueba de alta sensibilidad pero de baja especificidad; se, detecta la enfermedad pero la prueba no la confirma, porque su elevación también se asocia a otras situaciones clínicas como edad avanzada, infección, cáncer, embarazo o ingreso hospitalario. La elevación del Dímero D junto con el diagnóstico por imagen y la evaluación clínica confirman el TEP bilateral. TRATAMIENTO: El test de Hommans sirve para identificar si existen signos de trombosis venosa profunda (TVP). Se realiza con la paciente en decúbito supino con las rodillas extendidas y los tobillos en posición neutra; se coloca una mano sobre el tercio distal del muslo, sujetándolo, y la mano opuesta en el calcáneo, controlando la dorsiflexión del tobillo con el antebrazo. Si existe dolor al realizarlo será un Hommans positivo, en caso contrario, negativo. Por otro lado la escala de valoración de WELLS sirve para valorar si se trata de una TVP o de un TEP y las posibilidades de padecer este último. Al obtener un resultado de probabilidad intermedia en la escala de Wells, se realiza el diagnóstico por imagen. En el AngioTAC con contraste de las arterias pulmonares se observó: un TEP bilateral, con signos de sobrecarga de cavidades derechas y pequeño derrame pleural derecho. Consolidaciones en ambos lóbulos inferiores sugestivas de infarto pulmonar. El tratamiento principal para tratar el TEP consistió en la heparina no fraccionada, la cual se administra vía IV y requiere controles analíticos de la coagulación sanguínea cada poco tiempo. Lo bueno es que su efecto anticoagulante es reversible de forma rápida con el antídoto sulfato de protamina. EVALUACIÓN: Tras pasar la primera noche ingresada, la paciente a pesar de tener reposo, se levantó de la cama, sufriendo un episodio de mareo con visión borrosa, palpitaciones y sensación de hipoestesia y parestesias en hemicuerpo derecho, cediendo el cuadro en 10 minutos. Tras 5 días ingresada y en tratamiento con heparina IV, analgésicos, diuréticos y benzodiacepinas, la paciente mejoró considerablemente y se da de alta indicandole: abandono del consumo tabáquico y empezar un control con su médico de cabecera / endocrino-nutricionista para conseguir una pérdida de peso de forma controlada y eficaz.
Redactado por el Dr Jesús Gutierrez Daza Hora: 3:35:00 p. m. 0 Comentario Print PDF
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18 agosto 2018
Caso Clínico: Mujer con angustia y opresión torácica no irradiada
- Anamnesis: Mujer de 22 años, sin hábitos tóxicos o factores de riesgo cardiovascular, alergias o tratamiento habitual. Acude a su centro de salud por sensación de angustia/ opresión torácica no irradiada y ocasionalmente acompañada de disnea de 24 horas de evolución. No refiere nerviosismo, fiebre u otra sintomatología. Exploración Física: Buen estado general, consciente y orientada, eupneica en reposo. Auscultación cardiaca: rítmica sin soplos. Auscultación pulmonar: murmullo vesicular conservado. Abdomen anodino. No edemas periféricos. Pruebas complementarias: Elecrocardiograma en centro de salud: RS a 90 lpm. Eje normal. Onda delta positiva en para inferior y lateral. Morfología de bloqueo incompleto de rama derecha con T negativas asimétricas. A su llegada a urgencias: RS a 80 lpm, QRS estrecho normal Antes del alta: RS 80 lpm, trastornos de conducción intraventricular transitorios. Analítica: bioquímica normal, incluida troponina. Hemograma normal. Ecocardiograma: FEVI normal. Válvula mitral y aórtica normales. PAP normal. TAC coronario: Tronco común izquierdo: Origen en seno Valsalva izquierdo. Se bifurca en arteria circunfleja y arteria DA. Arteria DA: Arteria bien desarrollada dando una rama diagonal única escaso desarrollo. Arteria CD: Origen en seno Valsalva derecho. Arteria de calibre desarrollo normal. Arteria circunfleja: Arteria desarrollo medio. Análisis morfológico cardíaco: Sin evidencia de anomalías congénitas. Normal apreciación de las dimensiones de cavidades cardíacas. Aorta ascendente de calibre normal. Válvula aórtica tri valva. En resumen en el estudio ausencia de anomalías congénitas coronarias ni otras alteraciones significativas. Holter: estudio normal. Evolución: Al identificarse las ondas delta, y al estar sintomática, se remite a urgencias, donde es valorada por cardiología, solicitándose nuevos estudios complementarios con los que se descarta enfermedad cardiaca subyacente. La clínica desaparece, y tras revisión con Holter, se da de alta. Diagnóstico: Patrón electrocardiográfico de Wolf-Parkinson-White, no síndrome de Wolf Pakinson White en este momento u otra patología estructural. DISCUSIÓN En 1930 Louis Wolf, Sir John Parkinson y Paul Dudley White publicaron un artículo describiendo una serie de 11 pacientes con episodios de taquicardia asociados a un patrón en el electrocardiograma similar a un ensanchamiento por bloqueo de rama y un intervalo PR corto. Esto fue más adelante definido con síndrome de Wolff – Parkinson- White por este motivo. Aunque previamente se habían descrito casos clínicos aislados similares. No fue hasta 1943 que se estableció una correlación entre la pre-excitación electrocardiográfica y la evidencia anatómica de vías accesorias. El patrón electrocardiográfico de Wolf -Parkinson -White se caracteriza por el acortamiento del intervalo PR y el ensanchamiento del complejo QRS con forma de onda delta. El síndrome de Wolf-Parkinson-White lo constituye dicho patrón en el electrocardiograma sumado a la aparición de taquicardia sintomática. La prevalencia del patrón electrocardiográfico está estimada entre el 0,13% y el 0,25% en la población general. El patrón puede ser intermitente y puede incluso desaparecer de forma permanente con el tiempo, dependiendo siempre de las propiedades de la conducción en la vía accesoria El síndrome de Wolf-Parkinson-White (es decir, el patrón en el electrocardiograma, más la taquiarrítmia como comentabamos con anterioridad) es sustancialmente menor a la del patrón, tan baja como el 2% de los pacientes que tienen el patrón. Este síndrome se debe a la existencia de vías accesorias que comunican aurículas y ventrículos evitando el nodo aurículo-ventricular. La mayoría de estas vías accesorias pueden conducir de forma anterógrada de la aurícula al ventrículo (algunas únicamente, y otras de forma bidireccional), pero algunas solamente puede hacerlo de forma anterógrada (del ventrículo a la aurícula), cambiando la expresión característica en el electrocardiograma (la onda delta no está presente), por lo que se puede considerar que la vía “está oculta”. La vía accesoria se localiza en cualquier zona del nodo AV o en el septo, siendo las localizaciones más frecuentes la lateral izquierda (50%), posteroseptal (30%), anteroseptal derecha (10%) y lateral derecha (10%). Las alteraciones electrocardiográficas clásicas de la pre-excitación se caracterizan por la fusión entre la vonducción por la vía sinusal (por nodo AV y His-Purkinje) y por la vía accesoria. Esto se refleja en un intervalo PR corto (menos de 0,12 segundos) por la conducción rápida a través de dos vías. También se enlentece la activación del ventrículo, y la primera parte del QRS tiene una curva característica por esa conducción lenta, que se llama onda delta. Además el QRS está ensanchado al ser la fusión de la activación precoz por la pre-excitación y la posterior por la vía sinusal habitual. Puede haber cambios en la repolarización, tanto en las ondas T como en el segmento ST debido a los cambios en la polarización ventricular. Clásicamente se han dividido en dos tipos: -Tipo A: con ondas R altas en V1-V3. -Tipo B: con complejos QS en V1-V3. La mayoría de los pacientes con este patrón permanece asintomático, solo un pequeño porcentaje desarrolla las arritmias constituyendo el síndrome. La mayoría de estos pacientes estarán sintomáticos: palpitaciones, síncopes y mucho más infrecuentemente muerte súbita. Las taquicardias asociadas a este síndrome se dividen entre aquellas en las que la vía accesoria es necesaria para iniciar y mantener la taquicardia y aquellas en las que la vía accesoria hace de simple “espectador”. La taquicardia por reentrada auriculoventricular es una taquicardia que se define anatómicamente por tener dos vías: la normal por el nodo AV y la accesoria. Las dos formas principales son la ortodrómica y la ortodrómica, definidas por la dirección de la conducción por el nodo AV y la vía accesoria. La fibrilación auricular o FA aparece en entre el 10 y 30 % de los pacientes con dicho síndrome, algo mayor a lo esperado, dada la baja prevalencia de patología coexistente asociada. Cuando el impulso auricular se trasmite por la vía accesoria la respuesta ventricular puede exceder los 300 latidos por minuto y puede degenerar en fibrilación ventricular. En la mayoría de casos, la fibrilación ventricular en los pacientes con Wolf-Parkinson-White se debe a una respuesta ventricular rápida durante una racha de fibrilación auricular que ha persistido y posteriormente degenera en la fibrilación ventricular. La frecuencia en la que esto ocurre es desconocida, pero la incidencia en la que aparece muerte súbita es bastante baja. El diagnóstico del patrón se hace normalmente con un electrocardiograma de superficie, en rara ocasión es necesario realizar pruebas electrofisiológicas invasivas para confirmar el diagnóstico de la vía accesoria. El diagnóstico del síndrome se lleva a cabo cuando aparece la arritmia en un paciente con el patrón electrocardiográfico descrito previamente. Las indicaciones del estudio electrofisiológico en paciente con sospecha o diagnóstico de dicho síndrome son dudosas. En la mayoría de casos no es necesario. Otras veces se realiza cuando el diagnóstico es dudoso en base al electrocardiograma, para estratificar riesgo en caso de alto riesgo de muerte súbita o como parte complementaria de una ablación. Los casos que se consideran de alto riesgo en paciente asintomático son los niños, los que tienen un periodo refractario muy corto y aquellos con profesiones de alto riesgo. En ellos sí que se considera necesario realizar el estudio electrofisiológico y la ablación. El diagnóstico diferencial del patrón electrocardiográfico típico incluye todos aquellos procesos que pueden dar características electrocardiográgicas similares como infarto de miocardio previo (las ondas delta negativas pueden simular ondas Q), extrasístoles ventriculares, ritmo idioventricular y bloqueo de rama, y otras patologías cardiacas como las miocardiopatías o ciertas cardiopatías congénitas como el ventrículo único que cursen con dilatación auricular y activación ventricular anormal que pueden simular preexcitación. Fuente: Portales Médicos
Redactado por el Dr Jesús Gutierrez Daza Hora: 10:00:00 a. m. 0 Comentario Print PDF
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05 agosto 2018
Caso Clínico : TB intestinal de difícil decisión diagnóstica y terapéutica
- Paciente masculino de 31 años de edad sin antecedentes patológicos pertinentes, asintomático hasta julio de 2016 cuando presentó pérdida de peso de 35 kg en 60 días, síndrome diarreico recurrente, astenia y anemia microcíticahipocrómica. Acudió a consulta y se le indicó tratamiento con rifaximina y nitasoxanida. Se indicó perfil general de laboratorio que reportó hemoglobina 7,0 g/dL, hematocrito 22,8 %, velocidad de sedimentación globular 27 mm, proteína C reactiva 0,2 mg/dL, proteínas totales 6,20 g/dL, con albúmina 2,30 g/dL y globulinas 3,90 g/dL, hierro sérico 60 µg/dL, examen de heces sin alteraciones, sangre oculta en heces positiva +++, coprocultivo negativo, anticuerpo anti HIV negativo, perfil tiroideo normal. Marcadores tumorales (alfafetoproteína, antígeno CA-19-9 y antígeno carcinoembrionario) normales. Fue evaluado en conjunto con Hematología y se le indicó terapia con hierro endovenoso y ácido fólico 10 mg diarios vía oral. El paciente persistió sintomático a pesar del tratamiento por lo que se decidió la realización de estudios endoscópicos. Se le practicó videoesofagogastroduodenoscopia que reportó gastropatía crónica reagudizada y duodenopatía inespecífica, y colonoscopia que evidenció a nivel de 1/3 distal del íleon, válvula ileocecal (VIC) y colon ascendente úlceras arciformes, de bordes definidos, fondo fibrinoso, friables, con evidencia de deformidad de la VIC (Figuras 1, 2 y 3 a y b). Se tomaron múltiples fragmentos de mucosa ileal, VIC y colon ascendente para estudio histológico. En vista de los hallazgos endoscópicos se indicó tratamiento con ciprofloxacina 500 mg vía oral cada 12 horas por 10 días, metronidazol 500 mg vía oral cada 8 horas por 10 días y iodoquinol 650 mg vía oral cada 8 horas por 21 días. Se recibieron los resultados histológicos que reportaron en íleon fondo de úlcera con tejido de granulación y exudación, VIC y colon ascendente con colitis crónica activa ulcerada, cambios reactivos acentuados y material de fondo de úlcera con tejido de granulación y exudación. En vista del cuadro clínico, exámenes paraclínicos y hallazgos endoscópicos se planteó como diagnóstico presuntivo enfermedad inflamatoria intestinal. Enfermedad de Crohn. Se indicó realización de exámenes paraclínicos para inclusión del paciente en protocolo de terapia biológica y una enterotomografía en la que se informó engrosamiento de la VIC sin estratificación de la pared, compromiso mucosal importante sin afectación transmural o estenosis, ausencia de signos de enfermedad parietal y extraparietal y presencia de aire tapizando la mucosa colónica sugestiva de enfermedad ulcerosa muy severa (Figura 4, a y b, Figura 5). Como hallazgo de las pruebas para inicio de terapia con biológicos se evidenció una PPD de 18 mm, por lo que se procedió a practicar una nueva videocolonoscopia con toma de biopsias para Micobacterium tuberculosis, coloración de Ziehl-Nielsen, cultivos y reacción en cadena de polimerasa (RCP) para Micobacterias (amplificación de ADN), los cuales fueron negativos. Otros resultados fueron ANCA IgG proteinasa 4,12 UI/mL, ANCA P IgG mieloperoxidasa 4,12 UI/mL, con calprotectina y lactoferrina positivas. El hallazgo de un PPD positivo nos condujo a realizar otros estudios confirmatorios de TBC (biopsias, cultivos y RCP) los cuales fueron negativos, por lo que se discutió el caso con un equipo multidisciplinarios y se acordó iniciar tratamiento anti TBC con isoniacida, rifampicina, pirazinamida y etambutol por 6 meses. El paciente evolucionó satisfactoriamente con el tratamiento, con ganancia de 30 kg en 6 meses, resolución de la anemia microcíticahipocrómica y mejoría de su estado nutricional con normalización de sus valores de proteínas totales y de albúmina, y una videocolonoscopia de control no evidenció alteraciones mucosales DISCUSIÓN La TBC continúa siendo un problema sanitario importante; sigue endémica en nuestro medio y es una causa importante de morbimortalidad en Venezuela y en la mayoría de lo países en desarrollo. En Venezuela el porcentaje de casos nuevos notificados en 2010 y 2011 en menores de 15 años, se ha mantenido estable entre 7,56 % y 7,34 % Los casos nuevos notificados en población privada de libertad aumentaron de 47 a 63 (34,04 %) en los 2 últimos años. Los casos nuevos en población indígena pasaron de 498 en 2010 a 599 en 2011 (incremento de 20,28 %). Los casos nuevos de TB en pacientes con VIH-SIDA pasaron de 398 a 476 en el mismo período, es decir un aumento de 19,59%. Recordemos que en Venezuela, entre enero de 1982 y septiembre de 1997 se reportaron 436 casos de asociación tuberculosis-SIDA. La tasa de mortalidad por TB en Venezuela en el quinquenio 1999-2003 fue de 2,8 y en 2005 alcanzó 2,3 por 100 000 habitantes. Datos parciales tenemos desde entonces, por ejemplo, en 2008 ocurrieron 642 muertes por TB; siendo la tasa de mortalidad de 2,29 x 100 000 habitantes y en 2009 se registraron 551 muertes por TB (1). El tracto gastrointestinal es el sexto lugar extrapulmonar más comprometido (2). Es esencial mantener un alto grado de sospecha clínica para llegar al diagnóstico, lo cual es difícil si se desconoce la pertenencia a grupos de riesgo o en ausencia de TBC pulmonar (3). El compromiso gastrointestinal puede afectar a diferentes órganos, desde la boca hasta el ano, el peritoneo y el sistema pancreatobiliar. Del total de casos extrapulmonares, hasta un 4 % comprometen al abdomen (2), por lo que ocupa el sexto lugar más frecuente de compromiso extrapulmonar tras el sistema linfático, el genitourinario, óseo y articular, miliar y meníngeo (4). La localización gastrointestinal más frecuente es la ileocecal como se reporta en este caso clínico. En un estudio llevado a cabo por Bhansali y col. Que incluyó a 196 pacientes con TBCI , el íleon está comprometido en 102 pacientes y el ciego en 100 (5). El cuadro clínico puede ser similar al de otras enfermedades abdominales (Crohn, tumores, linfomas, abscesos periapendiculares y otros procesos infecciosos) por lo que es necesario realizar el diagnóstico diferencial y por tal motivo su diagnóstico es difícil como lo demostramos en el reporte de nuestro caso (6-9). El mayor problema diagnóstico es diferenciar la TBCI de la enfermedad de Crohn (EC), en especial en zonas donde la TBC sigue siendo endémica y cada día la prevalencia de enfermedades inflamatorias intestinales es más alta y especialmente cuando la TBC es conocida como “la gran simuladora” (10). La incidencia de la enfermedad inflamatoria intestinal, tanto en la colitis ulcerativa como en la EC, ha sufrido un notable incremento durante los últimos 30 años en todos los países desarrollados, estableciéndose una meseta desde los años setenta y estabilizándose entre 10 y 15 casos/100 000/ año (11). El síntoma más común es el dolor abdominal, aunque la enfermedad puede cursar con astenia, pérdida de peso, fiebre, y en ocasión con una masa abdominal palpable (6-9). El diagnóstico se realiza mediante la tinción para bacilos ácido alcohol resistentes (BAAR, o de Ziehl-Nielsen), la cual es positiva en el 35- 60 % de los casos (8), y el cultivo en medio de Lowenstein. La combinación de ambos métodos establece el diagnóstico en el 80 % de los casos. Si la tinción y el cultivo son negativos, se puede recurrir al análisis de las biopsias por RCP, con una sensibilidad entre 64 % y 86 % y especificidad del 100 % (9,12). La tomografía axial computarizada puede mostrar engrosamiento de la pared intestinal, que se correlaciona con los hallazgos en la colonoscopia, así como también estenosis concéntricas, inflamación mesentérica sin congestión vascular y ganglios linfáticos hipodensos con realce periférico, que se consideran característicos en el diagnóstico de la TBCI. Se puede evidenciar, además engrosamiento peritoneal y ascitis (12,13). Es fundamental realizar un diagnóstico diferencial lo más preciso posible, ya que los tratamientos para la TBC y la EC son marcadamente diferentes y el uso de fármacos inmunosupresores en la TBC puede llevar a un resultado catastrófico. Ese diagnóstico definitivo usualmente requiere la suma de diferentes hallazgos clínicos y paraclínicos que soporten o descarten el diagnóstico, pues como se vio en el caso que se reporta, la mayoría de los métodos diagnósticos disponibles no tienen muy buenos rendimientos (10). El uso de corticocoides como terapia empírica aumenta el riesgo de diseminación tuberculosa. Si no es posible diferenciar entre TBC y EC no se deben administrar (8,9). El tratamiento de elección son los fármacos antituberculosos. La cirugía se reserva para las complicaciones (obstrucción intestinal, fistulización, sangrado o perforación) . El pronóstico de un paciente con TBCI depende principalmente de su sistema inmune y del inicio del tratamiento adecuado a tiempo. Es muy importante el seguimiento de los pacientes durante y después del tratamiento para evaluar las posibles recaídas. Los resultados tras iniciar la terapia son satisfactorios en su mayoría, incluso en pacientes inmunocomprometidos, cuando se inicia el tratamiento en un estadio temprano de la enfermedad (13,16). CONCLUSIONES La TBCI es una enfermedad simuladora que está resurgiendo con manifestaciones atípicas de difícil diagnóstico. La localización intestinal, aunque infrecuente, se debe considerar en el diagnóstico diferencial del dolor abdominal crónico, con lesiones ileocolónicas, principalmente en la población de riesgo. En caso de sospecha de TBCI sin confirmación diagnóstica precisa se debe iniciar el tratamiento médico anti TBC según esquema programado por Sanidad. Fuente Gaceta Medica de Caracas
Redactado por el Dr Jesús Gutierrez Daza Hora: 9:30:00 a. m. 0 Comentario Print PDF
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