Paciente femenina de 65 años de edad,
antecedentes de hipertensión, hipercolesterolemia y hernia hiatal. Tras torsión
de pie derecho presentó dolor y tumefacción en tobillo y pie derecho. Fue
tratada como un esguince de tobillo y se inmovilizó con un vendaje compresivo. A
la semana acudió a urgencias por dolor e imposibilidad de deambular con ese
pie. Tenía en la parte posterior del tendón de Aquiles, un área necrótica en la
piel. En las radiografías realizadas en urgencias se objetiva fractura avulsión
con desplazamiento de la tuberosidad posterior del calcáneo tipo II de Lee. Precisó
curas de la piel durante 2 semanas.
A las tres semanas de la lesión se
realizó reducción abierta y fijación interna con tornillo canulado de 6,5 mm
con arandela, bajo control de escopia. Tras la cirugía fue inmovilizada con una
férula de yeso suropédica en equino, semanalmente durante un mes se fue corrigiendo
el equino de la férula.
Al mes se retiró la inmovilización
para comenzar a hacer movilización de tobillo. A los dos meses se autorizó
carga parcial, a los tres meses comenzó a hacer carga total sin ayuda. A los
seis meses de la cirugía la paciente tiene una movilidad activa similar a la
del tobillo contralateral sin dificultad para la marcha.
Conclusión: Las fracturas
de la tuberosidad de calcáneo tipo II necesitan ser tratadas lo más pronto
posible para evitar la necrosis de la piel. En este caso la osteosíntesis a las
tres semanas no influyó en los resultados funcionales a largo plazo.
Fuente: Medcenter
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