Un estudio de la Universidad Médica y Dental de Tokio en Cincinnati y el Centro Médico del Hospital de Niños publicado en en la revista Med reporto como roedores y cerdos lograron usar sus intestinos para respirar, cuando le administraron oxígeno gaseoso o líquido a través del ano, logrando revertir los síntomas de insuficiencia respiratoria, estos hallazgos podrían allanar el camino para nuevos tratamientos de emergencia para ayudar a las personas críticamente enfermas cuando la ventilación mecánica no está disponible o no es adecuada.
El equipo al inicio diseño un sistema de ventilación de gases intestinales que administraba gas de oxígeno puro a través del recto de ratones en un procedimiento similar a un enema. Luego expusieron a los ratones a condiciones extremadamente bajas de oxígeno. Sin el sistema de ventilación intestinal, ninguno de los animales sobrevivió hasta 11 minutos. La administración de oxígeno gaseoso a través del ano aumentó la supervivencia media de los ratones a 18 minutos. Sin embargo, el sistema fue más efectivo cuando los investigadores hicieron una pequeña abrasión en la membrana mucosa intestinal. Esta abrasión permitió un movimiento más eficiente de gas entre el intestino y los vasos sanguíneos circundantes. De los ratones con abrasión intestinal y ventilación de gas, el 75% sobrevivió durante 50 minutos en condiciones que normalmente serían letales. Pero el sistema de ventilación de gases intestinales requiere dañar la mucosa intestinal, es poco probable que sea factible para uso clínico en humanos, especialmente en personas gravemente enfermas.
Debido a esto, los investigadores desarrollaron una solución alternativa que utiliza un líquido oxigenado llamado perfluorodecalina (PFD) que no requiere abrasión de la capa de moco intestinal. El PFD pertenece a un grupo de sustancias llamadas perfluoroquímicos, cuyos estudios han demostrado ser clínicamente seguros en humanos. El PFD tiene una capacidad de adsorción notablemente alta de oxígeno y dióxido de carbono, y los ensayos clínicos anteriores han probado el uso de perfluoroquímicos como unsustituto de la sangre.
Después del tratamiento con ventilación líquida intestinal, los ratones del grupo de prueba pudieron caminar significativamente más lejos que los del grupo de control, y llegó más oxígeno a sus corazones.
Los investigadores también intentaron bombear ciclos repetidos de PFD a los intestinos de los cerdos. Descubrieron que los animales tratados tenían niveles de oxígeno más altos que los que no recibieron tratamiento. Además, el tratamiento revirtió los síntomas de palidez y frialdad de la piel derivados de la falta de oxígeno.
El estudio demuestra un mecanismo eficaz para hacer circular oxígeno y aliviar los síntomas de insuficiencia respiratoria en dos especies de mamíferos. El siguiente paso, es evaluar la seguridad a mediano y largo plazo antes de acelerar el camino hacia los ensayos clínicos en humanos y algún día podría servir como una forma alternativa de soporte respiratorio artificial para personas críticamente enfermas.
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