Un nuevo estudio de la UCLA Health ha descubierto el primer fármaco que reproduce completamente los efectos de la rehabilitación física de un accidente cerebrovascular.
Los investigadores probaron dos fármacos candidatos
derivados de sus estudios sobre el mecanismo de los efectos de la
rehabilitación en el cerebro, uno de los cuales resultó en una recuperación
significativa en el control del movimiento después de un accidente
cerebrovascular en ratones además buscaron determinar cómo la rehabilitación
física mejoraba la función cerebral después de un accidente cerebrovascular y
si podían generar un fármaco que pudiera producir estos mismos efectos.
Trabajando en modelos de ictus en ratones de laboratorio y con
pacientes con ictus, los investigadores identificaron una pérdida de conexiones
cerebrales que el ictus produce en zonas alejadas del lugar del daño. Las
neuronas ubicadas a distancia del ictus se desconectan de otras neuronas. Como
resultado, las redes cerebrales no se activan conjuntamente para funciones como
el movimiento y la marcha. El equipo descubrió que algunas de las conexiones
que se pierden tras un accidente cerebrovascular se producen en una célula
llamada neurona de parvalbúmina. Este tipo de neurona ayuda a generar un ritmo
cerebral, denominado oscilación gamma, que conecta neuronas entre sí para
formar redes coordinadas que producen un comportamiento, como el movimiento.
El accidente cerebrovascular provoca la pérdida de
oscilaciones gamma en el cerebro. La rehabilitación física exitosa, tanto en
ratones de laboratorio como en humanos, restableció las oscilaciones gamma en
el cerebro y, en el modelo reparó las conexiones perdidas de las neuronas de
parvalbúmina.
El equipo identifico entonces dos fármacos candidatos que
podrían producir oscilaciones gamma tras un ictus. Estos fármacos actúan
específicamente excitando las neuronas de parvalbúmina. Uno de los
medicamentos, el DDL-920, desarrollado en el laboratorio de la UCLA, produjo
una recuperación significativa en el control del movimiento en ratones.
Este estudio abordo dos áreas principales de impacto:
primero, identificar un sustrato y un circuito cerebral que subyace al efecto
de la rehabilitación en el cerebro y segundo, una diana farmacológica única en
este circuito cerebral de rehabilitación para promover la recuperación imitando
el efecto principal de la rehabilitación física. Se necesitan más estudios para
comprender la seguridad y eficacia del DDL-920 antes de que pueda considerarse
para ensayos en humanos.
Los resultados del estudio fueron publicados en la revista Nature Communications.
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