Aunque aprendemos mucho durante nuestros primeros años de vida, como adultos no podemos recordar eventos específicos de esa época esto evento conocido como amnesia infantil. Los investigadores han creído durante mucho tiempo que no retenemos estas experiencias porque la parte del cerebro responsable de guardar los recuerdos el hipocampo aún se está desarrollando hasta bien entrada la adolescencia y simplemente no puede codificar recuerdos en nuestros primeros años. Sin embargo, una nueva investigación encuentra evidencia de que esto no es así.
En un estudio, investigadores de Yale mostraron imágenes
nuevas a bebés y posteriormente comprobaron si las recordaban. Cuando el
hipocampo de un bebé estaba más activo al ver una imagen por primera vez, era
más probable que la reconociera posteriormente. Los investigadores buscaban una
forma robusta de evaluar la memoria episódica de los bebés. El equipo, utilizó
un método que consistía en mostrar a bebés de entre cuatro meses y dos años la
imagen de un rostro, objeto o escena nuevos. Posteriormente, después de que los
bebés vieran varias imágenes más, los investigadores les mostraron una imagen
previamente vista junto a una nueva.
El equipo de investigación, que durante la última década ha
sido pionero en métodos para realizar imágenes por resonancia magnética funcional
(fMRI) con bebés despiertos midió la actividad en el hipocampo de los bebés
mientras veían las imágenes. Específicamente, los investigadores evaluaron si
la actividad hipocampal estaba relacionada con la solidez de los recuerdos de
un bebé. Descubrieron que cuanto mayor era la actividad en el hipocampo cuando
un bebé observaba una imagen nueva, más tiempo la observaba cuando reaparecía
posteriormente. La parte posterior del hipocampo donde la actividad de
codificación era más intensa, es la misma área que se asocia principalmente con
la memoria episódica en adultos.
Estos hallazgos se observaron en toda la muestra de 26
bebés, pero fueron más contundentes entre los mayores de 12 meses. Este efecto
de la edad está dando lugar a una teoría más completa sobre cómo se desarrolla
el hipocampo para favorecer el aprendizaje y la memoria.
Previamente, el equipo de investigación descubrió que el
hipocampo de bebés de tan solo tres meses mostraba un tipo diferente de memoria
llamado "aprendizaje estadístico". Mientras que la memoria episódica
se ocupa de eventos específicos, como, por ejemplo, compartir una comida con
visitantes de fuera la noche anterior, el aprendizaje estadístico consiste en
extraer patrones entre eventos, como el aspecto de los restaurantes, en qué
barrios se encuentran ciertas cocinas o la cadencia típica de ser sentado y
atendido. Estos dos tipos de memoria utilizan vías neuronales diferentes en el
hipocampo.
Estudios previos con animales han demostrado que la vía de aprendizaje estadístico, ubicada en la parte más anterior del hipocampo se desarrolla antes que la de la memoria episódica. Por lo tanto, la memoria episódica podría aparecer más tarde en la infancia, alrededor del año o más tarde. Esta progresión del desarrollo tiene sentido al considerar las necesidades de los bebés. El aprendizaje estadístico consiste en extraer la estructura del mundo que nos rodea y esto es fundamental para el desarrollo del lenguaje, la visión, los conceptos y más. Por lo tanto, es comprensible que el aprendizaje estadístico pueda entrar en juego antes que la memoria episódica.
Aun así, el estudio del equipo de investigación demuestra
que el hipocampo puede codificar los recuerdos episódicos antes de lo que se
creía y mucho antes de los primeros recuerdos que podemos registrar en la edad
adulta. Entonces, ¿qué ocurre con estos recuerdos?
Posiblemente es que los recuerdos no se almacenen a largo
plazo y, por lo tanto, simplemente no duran mucho y lo mas probable es que los
recuerdos persistan mucho después de la codificación y simplemente no podamos
acceder a ellos.
La investigación esta en curso, y el equipo está probando si
los niños pequeños pueden recordar vídeos caseros tomados desde su perspectiva
cuando eran bebés con resultados pilotos tentativos que muestran que estos
recuerdos podrían persistir hasta la edad preescolar antes de desvanecerse.
El trabajo en humanos es notablemente compatible con la
evidencia reciente en animales que indica que la amnesia infantil es un
problema de recuperación y por lo tanto tienen que seguir evaluando para
rastrear la persistencia de los recuerdos hipocampales a lo largo de la infancia
e incluso empezar a considerar la posibilidad de que puedan perdurar de alguna
forma en la edad adulta, a pesar de ser inaccesibles.
Los hallazgos,preliminares fueron publicados en la revista
Science.
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