Un nuevo análisis global revela que aproximadamente 61,8 millones de personas en 2021 eran autistas, lo que equivale a 1 de cada 127 personas. Realizada como parte del Estudio de la Carga Global de Enfermedades, Lesiones y Factores de Riesgo (GBD) 2021, la investigación identifica el trastorno del espectro autista (TEA) como una de las diez principales causas de salud entre los jóvenes menores de 20 años.
Los hallazgos clave revelan marcadas disparidades: la prevalencia global del TEA es significativamente mayor entre los hombres, con 1.065 casos por cada 100.000 hombres, casi el doble de la prevalencia global entre las mujeres (508 por cada 100.000 mujeres).
Las regiones de altos ingresos como Asia Pacífico, incluido Japón, registraron la prevalencia más alta a nivel mundial (1.560 por cada 100.000 personas), mientras que América Latina tropical y Bangladesh registraron la más baja. A pesar de las diferencias en cuanto a sexo y región, las personas autistas están presentes en todo el mundo en todos los grupos de edad, con un aumento de los años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) debido al crecimiento de la población. Estos hallazgos subrayan la necesidad urgente de una detección temprana y un apoyo sostenido a las personas autistas y sus cuidadores en todo el mundo.
Para abordar la carga de salud mundial del TEA es necesario priorizar los recursos para programas de detección temprana, incluidas herramientas de diagnóstico mejoradas, en particular para adultos y aquellos en países de ingresos bajos y medios con acceso limitado a atención, apoyo de cuidadores y servicios adaptados a las necesidades cambiantes de las personas autistas a lo largo de su vida.
Una mejor cobertura de datos geográficos y la realización de intervenciones específicas para las comorbilidades y los riesgos de mortalidad, son pasos esenciales en este esfuerzo. Estos hallazgos proporcionan una base fundamental para diseñar políticas y prácticas que mejoren la calidad de vida de millones de personas autistas en todo el mundo.
Los hallazgos se han publicado en la revista The Lancet Psychiatry.
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