Un estudio reciente no encontró evidencia de que la neuroinflamación y la disfunción de la barrera hematoencefálica sean probablemente impulsoras de los síntomas neuropsiquiátricos asociados con el COVID prolongado.
Los investigadores tampoco encontraron diferencias significativas entre los grupos experimental y de control, lo que sugiere que es poco probable que la neuroinflamación y la disfunción de la barrera hematoencefálica sean las causas de los síntomas neuropsiquiátricos asociados con el COVID prolongado.
El equipo analizó una gran cohorte de personas que vivían con COVID prolongado para buscar marcadores de inflamación y disfunción de la barrera hematoencefálica en el líquido cefalorraquídeo. Midieron los niveles de proteínas inflamatorias, células inmunes, neopterina y evaluaron la proporción de albúmina en sangre y LCR para evaluar la integridad de la barrera hematoencefálica.
El estudio tiene como objetivo redirigir los esfuerzos de investigación hacia otras posibles causas de COVID prolongado y, finalmente, centrarse en aquellas respaldadas por evidencia científica.
Las investigaciones en curso evaluarán otras posibles causas de la confusión mental, incluida la infección viral persistente del sistema nervioso central y anomalías cerebrales estructurales y vasculares. El estudio desafía la creencia de que las intervenciones dirigidas a la inflamación cerebral serían beneficiosas para las personas con COVID prolongado.
Los hallazgos subrayan la necesidad de reevaluar lo que se sabe y lo que se desconoce sobre la COVID prolongada, para poder centrar los esfuerzos en encontrar soluciones.
Los investigadores de la Facultad de Medicina de Yale publicaron estos hallazgos en la revista JAMA Network Open y el resultado es significativo incluso con el hallazgo negativo.
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