A medida que las personas envejecen, sus patrones de sueño suelen cambiar, lo que provoca dificultades para conciliar el sueño, despertarse más temprano, despertares nocturnos más frecuentes y, en general, una peor calidad del sueño. Estos cambios están relacionados con la edad en los ojos y la menor exposición a la luz diurna, a menudo debido a una menor movilidad e interacciones sociales, junto con una mayor exposición a la luz artificial durante la noche,
Según un nuevo estudio de la Universidad de Surrey, la luz
azul enriquecida puede mejorar la calidad del sueño y la actividad diaria de
los adultos mayores que viven en casa. Los investigadores descubrieron que este
tipo de terapia de luz conducía a una mayor actividad diurna, a la hora de
acostarse más temprano, a patrones de sueño regulares y a una mejor calidad del
sueño, lo que ofrece un enfoque prometedor y no farmacológico para abordar los
problemas de sueño relacionados con la edad.
El estudio, investigó los efectos de diferentes condiciones
de luz en 36 adultos de 60 años o más. Los participantes se autoadministraron
una luz blanca de control y una luz blanca enriquecida con azul durante dos
horas por la mañana y dos horas por la noche, durante un período de 11 semanas.
Los investigadores monitorearon cuidadosamente los patrones de sueño y los
niveles de actividad utilizando tecnología portátil y diarios de sueño.
El estudio concluyó que el momento de la exposición a la luz
es crucial. Descubrieron que la luz azul solo es beneficiosa por la mañana,
mientras que la exposición por la noche dificulta conciliar el sueño y provoca
noches más inquietas.
El estudio fue publicado en la revista GeroScience
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