Un equipo de científicos de la
Universidad de Arkansas, en Fayetteville, ha demostrado que una corriente de
menos de 100 millonésimas de amperio, o microamperios, aplicada durante 30 minutos
puede matar las bacterias al interrumpir las membranas de las bacterias, lo que
permite que las proteínas, los iones y otras moléculas pequeñas se filtren
dentro y fuera de las células.
Un voltaje de menos de 1,5
voltios fue suficiente para generar la corriente requerida para inhibir la
formación de colonias bacterianas resistentes, o biopelículas, en las
superficies de las instalaciones de depuración o almacenamiento de agua.
Para sus experimentos, los
investigadores utilizaron tubos que contenían una solución de la bacteria
Escherichia coli y un par de electrodos de aluminio. Aplicaron una variedad de
técnicas para comparar el estado de las bacterias en los tubos donde el voltaje
a través de los electrodos estaba encendido y en los tubos donde estaba
apagado. Expusieron la bacteria a un tinte rojo fluorescente llamado yoduro de
propidio que tiñe el ADN, haciéndolo visible bajo un microscopio. Esto reveló
que más yoduro de propidio penetraba en las membranas de las bacterias y se
unía a su ADN después de aplicar la corriente.
El tratamiento de bacterias con
una corriente eléctrica a menos de 100 microamperios durante 30 minutos causó
un daño significativo en la membrana y condujo a fugas bidireccionales de
iones, moléculas pequeñas y proteínas. Vale la pena resaltar que la energía
eléctrica que provoca daños graves en las membranas de las bacterias es muy
baja, lo que se espera facilite el uso de corriente eléctrica de microamperios
y baja tensión eléctrica para aplicaciones antimicrobianas. La investigación
aparece en la revista Applied and Environmental Microbiology.
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