El síndrome inflamatorio
multisistémico en niños (MIS-C), que está relacionado con COVID-19, daña el
corazón hasta tal punto que algunos niños necesitarán un seguimiento e
intervenciones de por vida y en los aparentemente sanos sin previo aviso desarrollaran
una afectación tres o cuatro semanas después de infecciones asintomáticas según
resalta un estudio de de la Universidad de Texas en San Antonio publicado en la
revista EClinicalMedicine.
El equipo revisó 662 casos de
MIS-C notificados en todo el mundo entre el 1 de enero y el 25 de julio. Entre
los hallazgos: -El 71% de los niños ingresaron en la unidad de cuidados
intensivos. (UCI). -El 60% presentó shock. -La estancia media en el hospital
fue de 7,9 días. -El 100% tenía fiebre, el 73,7% tenía dolor abdominal o diarrea
y el 68,3% sufría vómitos. -El 90% se sometió a una prueba de ecocardiograma
(EKG) y el 54% de los resultados fueron anormales. -El 22,2% de los niños requirió
ventilación mecánica. -El 4,4% requirió oxigenación por membrana extracorpórea
(ECMO). -11 niños murieron.
La mayoría de los 662 niños
sufrieron afectación cardíaca como lo indican marcadores como la troponina, que
se usa con gran precisión en adultos para diagnosticar ataques cardíacos. El daño
incluyó: -Dilatación de los vasos sanguíneos coronarios, un fenómeno que
también se observa en la enfermedad de Kawasaki. -Fracción de eyección
deprimida, que indica una capacidad reducida del corazón para bombear sangre
oxigenada a los tejidos del cuerpo. -Casi el 10% de los niños tenía un aneurisma
de un vaso coronario. Otro hallazgo fue que casi la mitad de los pacientes que
tenían MIS-C tenían una afección médica subyacente, y de ellos, la mitad de los
individuos eran obesos o tenían sobrepeso.
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