El nuevo diluyente de la sangre
creado por investigadores de la Ecole Polytechnique Fédérale de Lausanne (EPFL)
en Suiza funciona mediante la inhibición del factor de coagulación XII
(FXII) , que comienza el proceso de coagulación de la sangre. Los
científicos saben que atacar esta molécula es seguro porque los seres humanos
que carecen naturalmente de FXII tienen menos riesgo de trombosis pero no
sangran más de lo normal. Los estudios en ratones sin FXII también
muestran que esto es exacto, y otros estudios en ratas, conejos y primates
también confirman la evidencia.
Usando una combinación de
enfoques de detección aleatorios y un diseño racional, identificaron partes de
la molécula que podrían cambiar. Fortalecieron su capacidad de unión en
más de 20 veces y aumentaron su estabilidad en la sangre en 25 veces. Después
de completar este minucioso proceso de diseño, el equipo colaboró con
expertos en modelado de enfermedades en la Universidad de Berna en Suiza para
probar el fármaco en animales.
Los experimentos en ratones,
conejos y cerdos revelaron propiedades importantes de la molécula, como la
dosis necesaria para que sea eficaz. Los experimentos también confirmaron
que era seguro y no mostraba signos de toxicidad. Experimentos adicionales en un
modelo de trombosis de ratón mostraron que el inhibidor podría tratar
eficazmente los coágulos de sangre sin aumentar el riesgo de hemorragia.
En un modelo de conejo de un
pulmón artificial, el equipo descubrió que el nuevo anticoagulante prolongaba
los parámetros importantes de coagulación de la sangre alrededor de 10 veces, lo
que es cinco veces más eficaz que la heparina.Los conejos que recibieron el
nuevo anticoagulante también mostraron un sangrado completamente normal,
mientras que los tratados con heparina sangraron más de lo normal.
Aunque estos resultados son
alentadores, el anticoagulante no permanece en el cuerpo por mucho
tiempo. En los conejos, el cuerpo elimina el compuesto en 30 minutos. Esto
significa que los médicos necesitarían infundirlo continuamente para que tenga
algún efecto. Para que el fármaco sea una alternativa viable a otros
anticoagulantes, los investigadores están diseñando nuevas variantes con
tiempos de retención más largos.
También es importante tener en
cuenta que los científicos no tienen la intención de que las personas reciban
este tratamiento a largo plazo (meses, semanas o incluso días) y una persona no
podría tomarlo por vía oral. Por lo tanto, los médicos solo pueden administrar
este tratamiento para prevenir la formación de coágulos sanguíneos durante
procedimientos agudos, como la cirugía de bypass o el tratamiento que involucra
un pulmón artificial. Este estudio aparece en la revista Nature
Communications .
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