Investigadores de las Universidades
de Liverpool (Reino Unido) y Nagoya (Japón) han demostrado que una molécula basada
en selenio llamada ebselen puede cambiar muchas de las características tóxicas
de la proteína, superóxido dismutasa ( SOD1), que causa algunos casos de
esclerosis lateral amiotrófica (ELA), también conocida como enfermedad de la
neurona motora. La estabilización de la estructura de SOD original se considera
una estrategia clave para evitar la agregación.
El equipo desarrollo una serie de
compuestos basados en ebselen con mejoras en la estabilización de SOD1 y
efectos terapéuticos in vitro con una potencia significativamente mejor que la
edaravona. La relación estructura-actividad de los hits ha sido guiada por
estructuras de alta resolución de A4V SOD1 unido al ligando, un mutante que
causa la enfermedad más grave. También pudieron mostrar un claro retraso en el
inicio de la enfermedad en un modelo de ratón transgénico de ELA, lo que
mantiene una promesa alentadora para posibles compuestos terapéuticos.
La capacidad de estos compuestos
para dirigirse a la cisteína 111 en la SOD puede tener aplicaciones
terapéuticas más amplias dirigidas a cisteínas de enzimas implicadas en
enfermedades patógenas y virales, incluida la proteasa principal del SARS-Cov-2
(COVID-19)
Este estudio se publicó hoy en la
revista EBioMedicine .
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