¿Porqué dormir alivia la angustia según la Neurobiología?

Un estudio de un equipo internacional examinó los trastornos del sueño durante más de dos décadas para demostrar que dormir bien por la noche es el remedio perfecto para el estrés emocional.

Después de acumular más de 20 años de conocimiento científico evidenciaron la forma en que se regulan ciertos neuroquímicos (por ejemplo, la serotonina y la noradrenalina) durante el sueño y esto es crucial para el procesamiento de los recuerdos emocionales y nuestra salud mental a largo plazo.

La serotonina participa en casi todos, los aspectos del aprendizaje de experiencias emocionales. Nos ayuda a evaluar y comprender el mundo que nos rodea. La noradrenalina tiene que ver con luchar o huir: nos permite evaluar y responder al peligro. Ambos se desactivan durante el sueño de movimientos oculares rápidos (REM) y eso crea esa oportunidad realmente hermosa para que el cerebro participe en procesos que de otro modo no serían posibles cuando estamos despiertos.

Hay dos formas principales en las que procesamos la memoria emocional durante el sueño, y en ellas intervienen el hipocampo y la amígdala del cerebro. Nuestros cerebros almacenan lo que aprendemos cada día. Este aprendizaje se rige por el hipocampo que agrega y cataloga esta nueva información en el almacén de memoria novedad a medida que la procesamos. Al mismo tiempo, si esa nueva experiencia es emocional, la amígdala está muy activa y acoplada con el sistema nervioso autónomo.

Durante el sueño REM, nuestro cerebro reactiva estos nuevos recuerdos. Es como si el cerebro reprodujera un resumen de lo que sucedió cuando experimentamos el recuerdo. Pero durante el sueño REM, cuando los sistemas noradrenérgicos y serotoninérgicos están desactivados, estos recuerdos pueden trasladarse al almacenamiento familiar sin experimentar la respuesta física de lucha o huida. Eso no puede suceder mientras estamos despiertos o, como es el caso de las personas con trastornos del sueño, cuando no tenemos bloques constantes de sueño REM.

Gran parte de lo que sabemos ahora sobre la forma en que el cerebro procesa la información proviene del campo relativamente nuevo de la optogenética, que se utiliza para activar o inhibir tipos de células muy específicas en una red neuronal. Esto ha permitido a los investigadores ver qué tipos de células y regiones del cerebro están involucradas en la codificación de recuerdos emocionales.

En el estudio además de observar las neuronas, los receptores y los circuitos, los investigadores también evaluaron estudios de psicología clínica y descubrieron que sus hallazgos, especialmente los relacionados con la desconexión de la reactividad de la amígdala y el cierre del sistema nervioso autónomo, estaban corroborados.

Entonces, ¿hacia dónde van ahora? Sabemos que en el caso del insomnio u otros trastornos del sueño en los que las personas se despiertan con frecuencia, vemos un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud mental. La hipótesis sería que estos despertares del sueño conducen a que el sistema noradrenérgico no funcione correctamente y es por eso que estas personas podrían no ser capaces de regular los recuerdos emocionales.

La solución es intentar dormir bien por la noche, sí, pero el problema es ¿cómo lo hacemos entonces? Sabemos que dos de cada tres personas con insomnio se benefician de la terapia cognitivo-conductual para el insomnio (CBTI), pero eso es principalmente basado en calificaciones subjetivas, hay menos evidencia sobre medidas objetivas del sueño. El paciente con insomnio después de la CBTI no es necesariamente una persona que duerme bien, todavía tiene algunos trastornos del sueño, pero la CBTI les permite lidiar mejor con ellos.

Hay que pensar más críticamente sobre los mecanismos que regulan el sueño. Es muy difícil apuntar a un sistema porque el sueño es muy dinámico: el sistema noradrenérgico se apaga durante el sueño REM, pero en realidad necesita estar activo durante el sueño no REM para que No podemos simplemente apagarlo durante todo el ciclo de sueño.

Necesitamos ideas realmente creativas sobre cómo diseñar una intervención o un medicamento que pueda abordar estas dinámicas que ocurren durante el sueño y permitir que esos sistemas se renormalicen. Necesitamos enfocarnos en el sueño objetivo y hacer que las personas con insomnio vuelvan a dormir bien.

Este estudio fue publicado en la revista Nature Reviews Neuroscience.