Investigadores de la Universidad Penn State identificaron patrones de sueño diferentes y los relacionaron con el desarrollo de ciertas enfermedades.
Los patrones identificados son: 1.- Los que duermen bien. 2,- Los que duermen los fines de semana. 3.-Los insomnes y 4.-Los que duermen siestas. Cada uno de los cuales se caracteriza por hábitos de sueño específicos y con un impacto en la salud.
El 60% de los participantes fueron identificados como insomnes o los que duermen siestas, ambos asociados con patrones de sueño subóptimos y con una probabilidad significativamente mayor de enfermedades crónicas como enfermedades cardiovasculares, diabetes y depresión.
Descubrieron que factores como la etapa de la vida, las condiciones económicas y el acceso a los recursos de atención médica influyen en los patrones de sueño a largo plazo, lo que enfatiza el impacto significativo de las influencias sociales y vecinales.
El estudio indicó que es un desafío para las personas cambiar sus patrones de sueño durante un período de 10 años, especialmente para aquellos con el riesgo mas alto como son insomnio y patrones de siesta, lo que sugiere la integración de la salud del sueño en el estilo de vida general.
Los hallazgos sugieren firmemente la necesidad de programas e intervenciones específicos para promover hábitos de sueño saludables, considerando diversos factores como el riesgo de enfermedades crónicas y la vulnerabilidad socioeconómica.
El estudio destaca la modificabilidad del comportamiento del sueño, enfatizando los beneficios potenciales de mejorar los hábitos de sueño en diversos aspectos de la vida con el fin de promover un envejecimiento saludable.
Los resultados fueron publicados en la revista Medicina Psicosomática.
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