El descubrimiento ofrece un avance potencial en el diagnóstico y tratamiento de la hipertensión, utilizando la genética del paciente con el objetivo de ahorrar el costo del tratamiento.
Utilizando la
genética individual para guiar el tratamiento, este enfoque podría tener un
impacto masivo en la salud global, particularmente para aquellos con
predisposición a la presión arterial alta.
Los medicamentos
dirigidos a la reducción de sodio pueden ser eficaces para personas con
predisposición genética afectadas por dietas ricas en sal. Otros aspectos
biológicos del riesgo genético podrían abordarse mediante tratamientos
alternativos, beneficiando potencialmente a aquellos para quienes la sal no es
un factor importante en la hipertensión.
El equipo del
Instituto de Investigación Médica Hunter y de la Universidad de Newcastle,
junto con un equipo de Medicina de Precisión, utilizaron datos del Reino Unido
para medir la interacción entre las puntuaciones genéticas asociadas con el
sodio, los niveles de sodio y la presión arterial.
Determinar genéticamente
la prevalencia de la hipertensión en la población y su potencial reducción de
un 25% podría ahorrarle al paciente recursos económicos.
Estos hallazgos fueron publicados en la prestigiosa revista Circulation destacando la importancia y credibilidad de la investigación.
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