Un nuevo estudio de Northwestern Medicine ha descubierto que la obesidad antes o durante el embarazo es la causa real de futuras enfermedades cardiovasculares. Este estudio integral, que siguió a las participantes desde el comienzo de su primer embarazo hasta varios años después del parto, determinó que la obesidad previa al embarazo es el verdadero factor detrás de los malos resultados del embarazo y el riesgo futuro de enfermedad cardiovascular.
El estudio reveló que los resultados adversos del embarazo son principalmente indicadores, no la causa fundamental, de la salud cardíaca futura. Esto significa que el embarazo simplemente revela el riesgo existente de enfermedad cardíaca.
El estudio utilizó datos del estudio nuMoM2b para seguir prospectivamente a personas embarazadas por primera vez desde las primeras etapas del embarazo hasta un promedio de 3,7 años después del parto. Se encontró que las personas con sobrepeso u obesidad al inicio del embarazo tenían un mayor riesgo de desarrollar trastornos hipertensivos del embarazo.
Mejorar la salud antes del embarazo puede conducir a mejores resultados no sólo para el embarazo y el bebé, sino también para la salud personal a largo plazo.
El embarazo temprano puede ser un momento oportuno para aconsejar sobre hábitos cardíacos saludables como la dieta y el ejercicio.
Si bien se recomienda no perder peso durante el embarazo, el asesoramiento y el seguimiento adecuados del aumento de peso gestacional son cruciales. Los estudios han demostrado que las mujeres embarazadas pueden limitar de forma segura el aumento de peso comiendo de forma saludable y haciendo ejercicio de moderado a vigoroso.
Para algunas complicaciones, el peso corporal no influyó en los riesgos. Para otros, como el parto prematuro, aumentó el riesgo de presión arterial alta, niveles altos de azúcar en sangre y colesterol alto después del embarazo. Tener un bebé con bajo peso al nacer no aumentó los riesgos.
El estudio destaca la importancia de abordar la obesidad antes del embarazo para prevenir futuras enfermedades cardiovasculares.
Los hallazgos se publicaron en la revista Circulation Research.
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