Los seres humanos regulan la ingesta de proteínas con más fuerza que cualquier otro componente de su dieta, lo que lleva a una mayor ingesta de energía cuando la proteína se diluye en alimentos procesados con alto contenido de grasas y carbohidratos.
La investigación observacional, experimental y mecanicista respalda el aprovechamiento de las proteínas como un mecanismo importante que impulsa la obesidad.
El efecto de aprovechamiento de las proteínas interactúa con los entornos de alimentos procesados y los cambios en los requerimientos de proteínas a lo largo de la vida, lo que aumenta el riesgo de obesidad.
Es necesario adoptar enfoques integradores para comprender cómo interactúan los distintos factores que contribuyen a la obesidad e identificar puntos de intervención sostenibles.
1 comentario :
Muy buena información.
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Trabajo con instrumentos de laboratorio de investigación científica
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