Usando modelos de 'mini-cerebro' llamados organoides, científicos de la Clínica Mayo y la Universidad de Yale han descubierto que el trastorno del espectro autista puede estar asociado con un desequilibrio de neuronas específicas que desempeñan un papel crucial en la comunicación y el funcionamiento del cerebro.
El estudio, publicado en Nature Neuroscience, reveló un desequilibrio anormal de las neuronas excitatorias en el cerebro anterior de las personas con trastorno del espectro autista, según el tamaño de su cabeza. La tecnología de los organoides permitió a los investigadores recrear la alteración del desarrollo cerebral que se producía en los pacientes durante la etapa fetal, que se cree es cuando se origina el trastorno del espectro autista.
Este hallazgo fue posible gracias al uso de organoides, que son modelos cerebrales en 3D en miniatura, creados a partir de células de la piel de personas con trastorno del espectro autista y se reprogramaron en células madre pluripotentes inducidas, que pueden convertirse en cualquier tipo de célula, incluidas las células cerebrales.
El estudio reveló que el desequilibrio neuronal provino de cambios en la actividad de ciertos genes, conocidos como factores de transcripción, que guían el desarrollo celular durante las primeras etapas de formación del cerebro.
La investigación se basa en 13 años de estudios publicados sobre el trastorno del espectro autista por el investigador principal y sus colegas, que involucran diferencias en los organoides e implican la desregulación de un factor de transcripción específico llamado FOXG1 como causa subyacente del trastorno.
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