Después de un ataque al corazón, el cuerpo humano es incapaz de reparar el tejido perdido sin embargo, el tratamiento con células progenitoras del corazón podría resultar en la formación de células cardíacas funcionales en los sitios lesionados.
Un equipo internacional formado por la Universidad Técnica de Múnich (TUM) y su hospital universitario Klinikum rechts der Isar, el Instituto Sueco Karolinska, la empresa biotecnológica sueca Procella Therapeutics y la empresa biofarmacéutica AstraZeneca ha investigado el tratamiento con un grupo enriquecido de progenitores ventriculares derivados de células madre pluripotentes humanas, o HVP.
Estudios previos han incluido el uso de células cardíacas cultivadas a partir de células madre , en concreto: cardiomiocitos. Sin embargo, se produjeron efectos secundarios frecuentes, como latidos cardíacos irregulares y arritmia mortal.
El equipo ha logrado producir un gran número de estas HVP a partir de células madre pluripotentes embrionarias humanas. Con estas células, los científicos estudiaron los complejos procesos moleculares involucrados en la reparación de áreas dañadas del músculo cardíaco. En investigaciones de laboratorio, lograron demostrar cómo las HVP pueden, en cierto sentido, rastrear regiones dañadas en el corazón, migrar a sitios lesionados y madurar hasta convertirse en células cardíacas en funcionamiento. También previenen activamente la formación de tejido cicatricial mediante la comunicación cruzada. con fibroblastos.
El equipo interdisciplinario utilizó cerdos para estudiar la efectividad del tratamiento de un corazón dañado con HVP. Los resultados muestran que el daño al corazón se puede reparar de manera confiable incluso en animales grandes sin que se observen efectos secundarios graves.
En los próximos meses y años, los científicos planean traducir los hallazgos de sus investigaciones actuales para desarrollar un tratamiento para pacientes cardíacos. Un paso intermedio importante es el desarrollo de líneas hipoinmunogénicas de HVP. Actualmente, es necesario inactivar el sistema inmunológico del receptor para evitar que destruya el tratamiento celular. Las células hipoinmunógenas eliminarían la necesidad de este paso, porque no serían identificadas como cuerpos extraños para el receptor. Se realizarán más investigaciones sobre las células hipoinmunógenas y los posibles efectos secundarios. El objetivo es iniciar estudios clínicos sobre el uso terapéutico de HVP dentro de los próximos dos años.
Este nuevo enfoque terapéutico fue presentado por un equipo internacional en la revista Nature Cell Biology y el objetivo es comenzar los estudios clínicos en los próximos dos años.
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