Esta puede mejorar la visión en declive al enceder las mitocondrias en la retina. Este hallazgo tiene amplias implicaciones, porque las mitocondrias son la fuente de energía de las células.
Un estudio de investigadores del University College London en el Reino Unido encontró que una breve aplicación del tipo correcto de luz puede mejorar la visión en declive. Una exposición de 3 minutos a la luz roja intensa por la mañana una vez por semana puede mejorar la visión que ha disminuido debido al envejecimiento, hasta por 1 semana.
La luz de color rojo intenso que utilizaron los investigadores era de un tono específico, con una longitud de onda de 670 nanómetros. La fuente química de esa energía es trifosfato de adenosina (ATP).
La vista disminuye después de los 40 años y está relacionada con una reducción del 70% en ATP, lo que significa que las células carecen de energía para funcionar correctamente.
La pequeña cohorte de estudio de mujeres y hombres tenía edades comprendidas entre los 34 y los 70 años. Los investigadores midieron las mejoras en la visión de los participantes al calificar su visión de contraste de color o la capacidad de diferenciar entre colores. Todos los participantes tenían una visión de contraste de color normal al comienzo de la prueba. Algunas personas estuvieron expuestas a 3 minutos de luz roja intensa por la mañana y otras por la tarde. La luz roja era aproximadamente una cámara más brillante, o aproximadamente el doble de brillante que la iluminación general en el área de prueba.
La visión de contraste de color de los participantes se evaluó 3 horas después de la exposición a la luz roja y nuevamente 1 semana después. La visión de contraste de color de los participantes que estuvieron expuestos a la luz roja por la mañana mejoró en un promedio del 17%.
Los investigadores encontraron que la aplicación de luz debe ocurrir por la mañana para que tenga efecto. No encontraron ninguna mejora en la visión de contraste de color en los participantes que recibieron exposición a la luz por la tarde. Una posible razón es que las mitocondrias siguen el ritmo circadiano del cuerpo. Otra posibilidad tiene que ver con los requisitos energéticos exclusivos de las primeras horas del día.
El estudio también reveló que 3 minutos es la duración óptima para la exposición a la luz y que la mejora de la visión dura hasta 1 semana. Las mitocondrias gobiernan muchos aspectos de nuestras vidas y necesitamos una forma de mejorar su salud, particularmente en el envejecimiento. El uso de la luz roja se está aplicando ahora en un gran número de laboratorios y también en ensayos clínicos. Es probable que nos proporcione una forma muy sencilla y económica de hacer esto con una amplia aplicabilidad.
El estudio aparece en la revista Informes científicos.
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