Las bebidas azucaradas están vinculadas con la osteoporosis, la obesidad y con las Enfermedades no Transmisibles y además de las muertes que producen incrementan los gastos económicos en salud de los gobiernos y si le agregan cafeína los daños son catastróficos. Implementar impuestos sobre las bebidas azucaradas representaría una ganancia triple para los gobiernos, puesto que se mejoraría la salud de la población, se generan ingresos y se pueden reducir a largo plazo los correspondientes costos de atención de salud y pérdidas de productividad. La tributación de las bebidas azucaradas se ha puesto en marcha en más de 73 países de todo el mundo.
En América, 21 países aplican impuestos selectivos a nivel nacional sobre dichas bebidas y siete jurisdicciones de Estados Unidos de América las gravan con impuestos locales. Si bien el número de países que aplican impuestos selectivos nacionales sobre las bebidas azucaradas en la Región es prometedor, la mayoría de esos impuestos se podría ampliar para mejorar su incidencia en el consumo de bebidas azucaradas y en la salud.
La OPS realizo una publicación que presenta algunos conceptos económicos relacionados con la justificación del uso de impuestos sobre las bebidas azucaradas, así como con los costos relacionados con la obesidad; algunas consideraciones clave sobre el diseño de impuestos, incluidos los tipos, bases y tasas correspondientes; una descripción del posible ingreso tributario y su asignación a fines específicos; la evidencia sobre la medida en que se prevé que dichos impuestos incidan en los precios y la demanda de las bebidas gravadas y su sustitución por bebidas no gravadas; y la respuesta a algunas preguntas frecuentes sobre los efectos económicos de la tributación de las bebidas azucaradas. Para ampliar la Información dejo a continuación un enlace donde esta la publicación de la OPS completa.
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