Investigadores del Instituto Koch para la Investigación Integrativa del Cáncer del MIT demostraron que podían inducir una fuerte respuesta de las células T de memoria en los pulmones de los ratones dándoles una vacuna modificada para unirse a una proteína presente de forma natural en el moco. Esto puede ayudar a transportar la vacuna a través de las barreras mucosas, como el revestimiento de los pulmones.
Además de proteger contra los patógenos que infectan los
pulmones, estos tipos de vacunas inhaladas también podrían usarse para tratar o
incluso prevenir que el cáncer se desarrolle en primer lugar. La mayoría de las
vacunas se administran mediante una inyección en el tejido muscular, sin
embargo, la mayoría de las infecciones virales ocurren en superficies mucosas
como los pulmones y el tracto respiratorio superior, el tracto reproductivo o
el tracto gastrointestinal. Crear una línea de defensa sólida en esos sitios
podría ayudar al cuerpo a defenderse de las infecciones de manera más eficaz.
Los investigadores ademas investigaron si la albúmina
también podría ayudar a las vacunas de péptidos a atravesar las barreras
mucosas, como las que rodean los pulmones. Una de las funciones de la albúmina
es ayudar a mantener la presión osmótica en los pulmones y puede atravesar
fácilmente el tejido epitelial que rodea los pulmones.
Para probar esta idea, los investigadores adjuntaron una
cola lipídica que se une a la albúmina a una vacuna peptídica contra el virus
vaccinia. La vacuna también incluía un adyuvante de uso común llamado CpG, que
ayuda a provocar una respuesta inmune más fuerte.
La vacuna se administró por vía intratraqueal, lo que simula
la exposición por inhalación. Los investigadores encontraron que este tipo de
administración generaba un aumento grande de las células T de memoria en los
pulmones de los ratones, en comparación con la inyección de la vacuna
modificada con albúmina en un sitio muscular lejos de los pulmones. También
mostraron que cuando los ratones fueron expuestos al virus de la vacuna meses
después, la vacuna intramuscular no ofreció protección, mientras que todos los
animales que recibieron la vacuna por vía intratraqueal estaban protegidos.
Los investigadores también probaron una vacuna de las
mucosas contra el cáncer. En ese caso, utilizaron un péptido que se encuentra
en las células del melanoma para inmunizar a los ratones. Cuando los ratones
vacunados se expusieron a células de melanoma metastásico, las células T en los
pulmones pudieron eliminarlas. Los investigadores también demostraron que la
vacuna podría ayudar a reducir los tumores pulmonares existentes.
Este tipo de respuesta local podría hacer posible el
desarrollo de vacunas que evitarían la formación de tumores en órganos
específicos, al dirigirse a antígenos que se encuentran comúnmente en las
células tumorales.
Esta estrategia también podría ser útil para crear vacunas mucosas contra otros virus como el VIH, la influenza o el SAR-CoV-2, los científicos están usando el mismo enfoque para crear una vacuna que provoca una fuerte respuesta de anticuerpos en los pulmones, usando el SARS-CoV-2 como objetivo.
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