Un artículo publicado en la
revista Nature , intenta responder este dilema, la respuesta es buscar medicamentos que hayan recibido
la aprobación para tratar otras enfermedades. El principal antiviral contra el COVID-19 actualmente es el remdesivir, que es uno de esos medicamentos reutilizados. Sin
embargo, dada la novedad del SARS-CoV-2, la investigación sobre antivirales
efectivos aún está en curso. Los científicos aún pueden identificar antivirales
más efectivos u otros medicamentos que, cuando se usan en combinación con otros
antivirales, aumentan la eficacia general.
Para identificar aún más los
medicamentos antivirales potencialmente efectivos contra el SARS-CoV-2, los autores
analizaron una base de datos de alrededor de 12,000 medicamentos que ya se han
sometido a diferentes ensayos clínicos y análisis in vitro. Los investigadores
identificaron 100 medicamentos de esta base de datos que mostraron propiedades
antivirales en respuesta al SARS-CoV-2 en células en el laboratorio. De
ellos, se centraron en los 21 que parecían los más prometedores y los probaron en
varias dosis para evaluar cuáles retuvieron la actividad antiviral a
concentraciones que causaron demasiado daño a las células.
Con base en los resultados de
estas pruebas, identificaron 13 medicamentos que mostraron efectos clínicamente
significativos. En el top superior de
la lista de posibles candidatos esta el LAM-002A 9 (apilimod), un medicamento
utilizado para tratar el linfoma folicular y las enfermedades autoinmunes.
En una asociación entre la Universidad de Yale y la firma biofarmacéutica AI
Therapeutics, propietaria de los derechos de LAM-002A, se ha propuesto un
ensayo de fase II para evaluar su efectividad en la inhibición del SARS-CoV-2
en humanos. Si demuestra su potencial el LAM-002A podría ser más efectivo
que el remdesivir.
Hasta la publicación de los
resultados del ensayo, los científicos y otros expertos no sabrán cuán efectivo
es. Si bien es prometedor en un contexto de laboratorio, el factor crítico
es cómo responde al virus en humanos. Sin embargo, si el medicamento cumple con
su promesa, el hecho de que los científicos ya lo hayan examinado por seguridad
en otras aplicaciones significaría que estaría disponible con relativa rapidez.
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