Crédito: Universidad de Leeds |
La
investigación, dirigida por la Universidad de Leeds, descubrió que el químico llamado
KHS101, era capaz de cortar la fuente de energía de las células tumorales del
glioblastoma, llevando a la muerte de las células. Publicada en la revista Science Translational Medicine, la
investigación representa un importante paso en la lucha contra uno de los cánceres más mortales que existe.
Este descubrimiento allana el camino para que los desarrolladores de fármacos comiencen
a investigar los usos de este químico, para ayudar a extender la vida de las
personas. El estudio reveló que el químico altera las mitocondrias y el
metabolismo dentro de las células tumorales, y corta el suministro de energía
que conduce a su autodestrucción. Para probar si KHS101 podría cruzar la
barrera hematoencefálica en los mamíferos, esencial para que sea eficaz para
detener los cánceres cerebrales, las células tumorales se transfirieron de los
humanos a los ratones. El producto químico cruzó con éxito la barrera
hematoencefálica y disminuyó significativamente el crecimiento cerebral y las células
normales no se vieron afectadas por el producto químico y además encontraron
que todas las variaciones probadas de las células de subtipo de glioblastoma
respondieron al tratamiento.
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