En una revisión internacional dirigida por científicos de la Universidad de Monash y publicada en la revista Hypertension, los biólogos destacan el papel fundamental de la fibra dietética en el control de la hipertensión y la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares (ECV), y piden la inclusión de fibra dietética en las directrices clínicas para la hipertensión.
Los metanálisis han demostrado que una mayor ingesta de fibra dietética se asocia con una reducción significativa de la presión arterial sistólica y diastólica, independientemente de las intervenciones farmacológicas. Se estima que cada 5 gramos adicionales de fibra por día reducen la presión arterial sistólica en 2,8 mmHg y la presión arterial diastólica en 2,1 mmHg.
La fibra dietética promueve la salud cardiovascular a través de varios mecanismos, incluida la modulación de la microbiota intestinal y la producción de ácidos grasos de cadena corta (AGCC). Estos SCFA producen efectos antiinflamatorios y regulan la función inmune, lo que contribuye a reducir la presión arterial.
A pesar de los claros beneficios de la fibra dietética, la ingesta global sigue siendo insuficiente, con un consumo promedio que ronda los 11 gramos por día. La revisión proporciona recomendaciones basadas en evidencia, que sugieren una ingesta diaria mínima de >28 g/día para las mujeres y >38 g/día para los hombres para controlar eficazmente la hipertensión.
La revisión también proporciona recursos para los equipos médicos y los pacientes sobre qué alimentos priorizar para aumentar la ingesta de fibra y alcanzar sus recomendaciones.
Los hallazgos de la revisión tienen implicaciones significativas para las iniciativas de salud pública y las futuras directrices sobre hipertensión.
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