Investigadores de ETH Zurich y Empa han desarrollado un parche con función de sensor. Se puede usar para sellar heridas en el abdomen después de la cirugía. El parche de polímero advierte ante la aparición de fugas peligrosas en las suturas del tracto gastrointestinal.
Los parches utilizados, actualmente están hechos de material que contiene proteínas, se disuelven demasiado rápido cuando entran en contacto con los jugos digestivos. En los últimos años, los científicos han desarrollado un emplasto hecho de polímeros que forman un hidrogel, es decir, pueden absorber fluidos. Los polímeros se entrecruzan con el tejido intestinal y sellan la herida. De esta manera, el parche evita que los jugos digestivos ácidos y los residuos de alimentos cargados de gérmenes se escapen del tracto digestivo y desencadenen una peritonitis o incluso una intoxicación de la sangre potencialmente mortal.
Ahora, los investigadores han ido un paso más allá han equipado su parche con sensores no electrónicos que indican antes de que los jugos digestivos puedan filtrarse en la cavidad abdominal . Los sensores son estructuras proteicas o sales incorporadas en el parche que reaccionan a los cambios de pH causados por el escape de ácido gástrico o ciertas enzimas presentes en el intestino. Cuando los elementos sensores entran en contacto con los jugos digestivos, su estructura cambia, lo que los médicos pueden detectar desde el exterior del cuerpo mediante imágenes biomédicas como la tomografía computarizada (TC). Esto fue posible porque, gracias a una combinación de sales reactivas y óxido de tantalio insoluble, los científicos pudieron dar forma a los elementos del sensor de una manera que visible.
En el futuro, un sensor cuya forma se destaque claramente de las estructuras anatómicas en las imágenes de TC y ultrasonido podría reducir la ambigüedad de los diagnósticos de fugas inminentes. El parche intestinal podría así no solo reducir el riesgo de complicaciones tras la cirugía abdominal, sino también acortar las estancias hospitalarias y ahorrar costos sanitarios.
Los resultados del estudio fueron publicados en la revista Advanced Science.
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