El 30% de las personas que superan el COVID-19 desarrollan síntomas de largo plazo como fatiga, dolores de cabeza, dificultad para respirar, olfato y gusto embotados, y problemas de memoria y concentración que se han denominado niebla mental. Los expertos aún no saben qué causa el COVID prolongado o por qué puede aparecer después de una infección leve.
Investigadores de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido tuvieron acceso a escáneres cerebrales tomados de personas antes y después de haber sido infectadas con covid 19. Eso ayudo a distinguir los cambios cerebrales asociados con COVID-19 de cualquier anomalía que ya haya estado allí. El estudio incluyó a 785 adultos de 51 a 81 años. Todos se habían sometido a escáneres cerebrales antes de la pandemia, como parte de un proyecto de investigación llamado UK Biobank y regresaron para una segunda exploración durante la pandemia.
En ese grupo, 401 contrajeron COVID-19 en algún momento entre los dos escáneres cerebrales, mientras que 384 no lo hicieron. Casi todos los que se enfermaron (96 %) tuvieron un caso más leve. La segunda exploración se tomó un promedio de 4,5 meses después de su enfermedad.
En promedio, el grupo de COVID mostró una mayor pérdida de tejido en áreas específicas del cerebro relacionadas con el olfato, además de una mayor reducción en el tamaño general del cerebro. La falta de información sensorial podría explicar los cambios en las áreas del cerebro relacionadas con el olfato. Los investigadores pudieron observar el desempeño de los participantes en algunas pruebas estándar de agudeza mental. Y nuevamente, el grupo de COVID-19 mostró una mayor disminución, en promedio. Evidenciaron que la disminución del rendimiento se correlacionó con la reducción de una estructura cerebral involucrada en el pensamiento y otras habilidades mentales.
Los participantes del estudio se infectaron antes del surgimiento de las variantes Delta y luego Omicron y no queda claro a partir de este estudio cómo la vacunación podría influir en los cambios cerebrales.
El estudio fue publicado hoy en la revista Nature.
1 comentario :
Ah, ya con razón no noté cambios, porque desde que tengo uso de razón tengo toooodo eso.
Buen artículo.
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