Los talones agrietados, pueden ser una molestia e incluso sangrar a veces, pero en ocasiones pueden provocar problemas más graves si no se tratan.
Hay que humectarlos al menos dos veces al día con humectantes espesos. Algunas cremas hidratantes contienen agentes suavizantes de la piel, como urea, ácido salicílico o alfahidroxiácido, que pueden ayudar a eliminar la piel muerta. Pueden causar un ligero escozor o irritación.
Antes de acostarse remoje sus pies durante unos 10 minutos en agua corriente o con jabón y séquelos dando palmaditas. Luego, frote suavemente los talones con una esponja vegetal o un limpiador de pies para ayudar a eliminar la piel muerta. Aplique una crema a base de aceite o vaselina más espesa, luego colóquese un par de calcetines finos de algodón a la hora de acostarse para ayudar a que la crema hidratante funcione.
No ignore los talones secos y agrietados, ya que con el tiempo puede desarrollar fisuras más profundas, lo que aumenta su riesgo de infección. Si las medidas de cuidado personal no ayudan, hable con su médico sobre otras opciones de tratamiento.
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