La terapia de transferencia microbiana mejora el autismo

Las personas con trastorno del espectro autista tienen un perfil microbiano inusual. Ajustar la microbiota intestinal mediante el suministro de bacterias saludables puede ayudar con los síntomas gastrointestinales y conductuales de la enfermedad. 

Una investigación Universidad Estatal de Arizona que aparece en la revista mSphere, destaca la importancia crucial de los microbios bacterianos en el intestino humano para el diagnóstico y tratamiento del TEA.

En estudios anteriores, los investigadores observaron los efectos beneficiosos de la terapia de transferencia microbiana (MTT), (procedimiento, en el que la microbiota intestinal se trasplanta de donantes sanos a pacientes con TEA ), la cual produce alteraciones marcadas en el intestino de los autistas, mejorando los síntomas tanto gastrointestinales como conductuales de la enfermedad. Sorprendentemente, la mejoría de los síntomas continuó durante dos años después de la finalización del estudio.

De hecho, el análisis de 619 metabolitos plasmáticos en el nuevo estudio mostró un perfil metabólico distintivo en niños con TEA antes del procedimiento de MTT. La investigación cuidadosa de los metabolitos en la sangre y las heces, en lugar de simplemente tabular las especies microbianas en el intestino, es crucial cuando se trata de desentrañar las complejas interacciones bacterianas, que pueden formar redes de colaboración y competencia, dependiendo de las particularidades de su entorno.

Después del procedimiento, los niveles de metabolitos clave en el plasma se volvieron más similares a los niveles en niños con desarrollo típico, lo que sugiere que esto fue el resultado de ajustar la constelación de bacterias para que se asemejen más a las condiciones en el intestino sano normal, incluido un marcado aumento de microbios. .

La nueva investigación destaca cambios metabólicos significativos en muestras de plasma y alteraciones más modestas en muestras fecales. 

La investigación adicional ayudará a avanzar en la comprensión de las interacciones complejas y vitales entre el microbioma intestinal y las características neurológicas asociadas con el TEA y ayudará a afinar la terapia MTT u otras terapias basadas en microbios, para una mayor efectividad en la mitigación de los síntomas del TEA.