Un estudio de la Universidad de Helsinki revela cómo los mecanismos de control genético definen la identidad de las neuronas en desarrollo en el tallo cerebral. Los investigadores también demostraron que una falla en la diferenciación de las neuronas del tronco encefálico conduce a anomalías del comportamiento, como hiperactividad y déficit de atención.
El fenotipo de una neurona, en gran medida, se determina ya al principio de un embrión. Los genes selectores, que se expresan poco después del inicio de la diferenciación neuronal controlan la actividad de otros genes específicos de neuronas y determinan la identidad de la neurona en desarrollo.
Al analizar los productos génicos en las células cerebrales embrionarias, se pueden seguir las rutas de diferenciación de las neuronas y examinar qué sucede exactamente cuando las células en desarrollo toman diferentes caminos, por ejemplo, convirtiéndose en neuronas inhibiendo o activando su objetivo. Los caminos de diferenciación se ramifican para producir la notable diversidad neuronal en la que se basa la función cerebral. De acuerdo con las identidades basadas en la expresión genética, las neuronas inmaduras encuentran su ubicación en el cerebro y hacen contactos con otros componentes de los circuitos neuronales.
La diferenciación de las neuronas que activan o inhiben los sistemas neurotransmisores dopaminérgicos y serotoninérgicos, inducen seres hiperactivos e impulsivos, con cambios en su percepción de recompensa y aprendizaje. Pero aún no hay una evidencia clara si las contrapartes humanas de las neuronas que estudiaron están involucradas en estos déficits. No obstante, desde la perspectiva de la regulación del comportamiento, este grupo específico de neuronas es muy importante y todavía hay mucho que aprender sobre ellas
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