Para desarrollar el algoritmo, el equipo analizó radiografías de tórax anónimas de pacientes que no tenían COVID-19 y radiografías de pacientes que sí. El uso de esta herramienta brinda la capacidad de reducir la propagación del COVID-19 y salvar vidas, por lo que compartirlo con otros sistemas de salud tiene mucho sentido. Especialmente en regiones con altas tasas de infección o potencialmente menos acceso a las pruebas
Los centros medicos pueden instalar Cognitive Computing y el nuevo algoritmo en tan solo 10 días y luego comenzar la capacitación del usuario final. El software tiene una plataforma de Computación Cognitiva que extrae rápidamente los rayos X, ejecuta el algoritmo y muestra la predicción resultante directamente en el software Epic que los médicos, enfermeras y personal de apoyo utilizan todos los días, lo que acelera el tratamiento y ayuda a proteger al personal. El algoritmo está disponible para organizaciones sanitarias de todo el mundo que utilizan Epic.
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