Síguenos en :
LO MAS RECIENTE


20 agosto 2007

MANOS REFLEJAN LA VEJES

Expuestas a mayores agresiones que el resto del cuerpo al estar siempre descubiertas a las agresiones medioambientales. físicas (radiaciones solares, calor, frío, etc.) y químicas (jabones, detergentes, etc.) provocan la deshidratación de la epidermis, entre otros. La combinación de todas estas acciones tiene como consecuencia la desecación de la piel y su desprotección. En estos casos, la piel de las manos tiene un aspecto seco y enrojecido, áspero al tacto, con facilidad para la formación de pequeñas grietas y fisuras y luce con manchas. A partir de los 40 años, debido al desequilibrio hormonal que influye sobre el metabolismo de la melanina, la piel pierde el color rosado, el tono fresco y juvenil, produciéndose cambios difusos hacia tonos amarillentos, pardos y opacos. El envejecimiento natural se acelera por la acción de la radiación UV, provocando la aparición de manchas.La pigmentación senil -manchas oscuras, popularmente llamadas flores de la muerte- aparecen a causa de la edad, por cambios hormonales (melasmas), vasculares (angiomas, púrpuras y manchas de color rojo o vino) y otros como la exposición excesiva al sol (fotoenvejecimiento), el uso de medicamentos por vía tópica o interna (antihistamínicos, anticonceptivos). Todas estas manchas aunque pueden presentarse en cualquier zona, son frecuentes en la cara, escote y manos. "Las principales causas de estas manchas son el sol y la genética, no hay que olvidar que la piel tiene memoria y los danos del sol se acumulan, no desaparecen. El 90% de las manchas en las manos se debe al sol. Asimismo a esto se le debe sumar la tendencia genética de cada persona, su tipo de piel y la edad, si se tiene una cierta edad, la piel envejece y estas manchas se hacen más acusadas debido a la deshidratación de la piel de las manos ", asegura la Dra. Senior.Las manchas en la piel, en general, pueden ser resistentes y en especial las de las manos, si no se indica el tratamiento adecuado. Eso no significa que no se puedan eliminar. En estos casos el IPL (luz pulsada intensa) de nueva generación, que también se conoce como láser frío, nos permite obtener excelentes resultados desde la primera sesión de tratamiento. Este método logra disipar las manchas y las venitas en la piel así como recuperar el colágeno perdido. Este equipo con tecnología GEM (Geometrical Energy Management, ordenamiento geométrico de la energía) no solo permite transportar uniformemente la energía hasta la fuente del problema a tratar sino utiliza una tecnología patentada especialmente para la penetración profunda de la piel basada en pulsos de luz intensa filtrada dentro de la gama de los infrarrojos cercanos. La luz discrimina entre la piel y los folículos del pelo, sin producir ningún daño a la misma. El método IPL es diferente del método láser. El láser funciona con el encendido de un haz de luz estrecho y muy condensado que debe entregar mucha energía en un tiempo corto. Algunos láser calientan la superficie de la piel encima de los 700°C, pudiendo causar quemaduras y/o hiperpigmentación si no se lo usa muy cuidadosamente. En este nuevo método, la energía se distribuye igualmente en un área grande y la temperatura en la piel puede ser de 70°C. Esta temperatura relativamente baja permite la penetración profunda de la luz en la piel sin ningún daño superficial. Este equipo israelí trabaja sobre un área de 7.5 cm2, lo que permite realizar un tratamiento rápido y eficaz y se utiliza para depilación, rejuvenecimiento, manchas de las manos, melasmas, cloasmas(manchas del embarazo) y de envejecimiento, así como para tratamientos de acné. No produce enrojecimiento severo ni inflamación y es indoloro. La luz pulsada intensa calienta la melanina sin calentar la piel de alrededor. A este método se le llama fototermólisis selectiva. Gracias a la elevada temperatura, las células que contiene melanina son destruidas, y luego expulsadas en forma de cáscara. Para quitar las manchas de las manos se requieren de 3 a 6 sesiones y los resultados se observan desde la primera sesión de tratamiento. La cantidad va a depender de la coloración de la zona a tratar con respecto al color de la piel circulante ya que, como explicó el especialista, "mientras más oscuras sean las manchas es más fácil de tratar, porque la técnica de luz pulsada actúa por contraste".

19 agosto 2007

HELICOBACTER PYLORI

Es el principal causante de gastritis crónica, ulceras pépticas gastoduodenales y adenocarcinoma gástrico, también produce linfomas MALT gástricos, anemia ferropénica, y actualmente esta como tema de discusión que sea la causa de por lo menos el 50% de los casos de púrpura trombocitopénica idiopática.
Helicobacter pylori (Hp) es un bacilo gram negativo de forma espiral, de 2.5 a 5 micras, con 4 a 8 flagelos unipolares que le permiten movilizarse, descubierto por Marshall y Warren en 1983, en el hospital Royal Perth de Australia.
En el estómago reside debajo de la capa de moco cerca de la superficie mucosa y en las foveolas de las células epiteliales del antro y cuerpo gástrico, una de las características mas distintivas del Hp es la producción de ureasa.
Esta enzima localizada en la membrana celular es secretada activamente al ambiente vecino e hidroliza la urea con la producción de CO2 y amonio. Diferentes papeles fisiológicos se han atribuido a la ureasa:
la producción de amonio neutraliza el ácido gástrico, protegiéndose del ambiente hostil del estomago alcanzando un ph neutro debajo de la capa de moco.
el daño inducido por la ureasa que actualmente se conoce que tiene actividad citotóxica, o el amonio al epitelio gástrico provee los nutrientes necesarios y el ambiente para su adherencia y crecimiento.
la ureas facilita la asimilación del nitrógeno por el microorganismo.
Para su tratamiento se utilizan los Inhibidores H2 como el Omeprazol y el Pantoprazol y antibioticos como la Amoxicilina y la Claritromicina los cuales deben ser siempre indicados por un Medico.

18 agosto 2007

LEUCEMIA MIELOGENA

Es un cáncer que afecta a la sangre. Se le llama mielógeno porque afecta a un tipo particular de glóbulo blanco llamado mieloblasto, y se le considera una forma crónica de la leucemia.
La LMC se produce como resultado de una mutación genética durante la producción de glóbulos blancos donde los cromosomas 9 y 22 se intercambian en un proceso llamado translocación. Uno de los cromosomas anormales resultantes se llama Cromosoma Filadelfia y es la característica definitoria de la LMC.
Dicha enfermedad cuenta con tres fases, que van desde la crónica, hasta la acelerada, presentando varios periodos en la enfermedad.
Durante la fase crónica de la LMC, una cantidad excesiva de glóbulos blancos penetra en el torrente sanguíneo. Estos todavía son glóbulos blancos normales y, en esta etapa de la enfermedad, las personas que padecen LMC generalmente sólo presentan síntomas leves. Aproximadamente 85 por ciento de los pacientes se encuentran en la fase crónica de la LMC al momento del diagnóstico. En esta fase, la enfermedad generalmente se trata con tratamiento farmacológico administrado por vía oral.
Durante la fase acelerada de la LMC, la cantidad de glóbulos blancos y células inmaduras, llamadas “blastos”, aumenta rápidamente en el torrente sanguíneo. Esto ocurre porque la producción de glóbulos blancos en la médula ósea es tan rápida que la salida forzada de los glóbulos hacia el torrente sanguíneo sucede antes de que maduren.
Durante esta fase pueden desarrollarse síntomas más evidentes, que incluyen fatiga, dolor abdominal, sangrado, sudoración excesiva, pérdida de peso e infecciones. Durante esta fase, las células anormales son más difíciles de controlar con medicamentos.
En la crisis continúa aumentando la cantidad de blastos en el torrente sanguíneo, mientras que disminuye la cantidad de glóbulos blancos maduros y plaquetas. Esto provoca un alto riesgo de sangrado e infecciones. Durante la crisis de blastos, la LMC es muy difícil de tratar.
Tener más glóbulos blancos de lo normal y muy poco de los otros tipos de células sanguíneas es una señal para sospechar LMC. En este momento se realiza una prueba de médula ósea citogenética y si se detecta la presencia del cromosoma Filadelfia, se confirma el diagnóstico de LMC.
El objetivo más importante del tratamiento de la LMC es eliminar la mayoría de las células que contienen el Cromosoma Filadelfia anormal. El tratamiento exitoso de la LMC permitirá reducir los síntomas de la enfermedad y puede impedir que evolucione.

PUBLICACIONES QUE LE PUEDEN INTERESAR


ESTADÍSTICAS

Días en linea
Publicaciones
Comentarios

ARCHIVO GENERAL

Publicaciones por Mes

TOTAL DE VISITAS