Investigadores del Reino Unido estudiaron los efectos de este fármaco que se prescribe principalmente para el estreñimiento y que tiene un nivel aceptable de efectos secundarios si se toma bajo supervisión médica.
De los 44 voluntarios sanos de entre 18 y 36 años que participaron en el ensayo, 23 recibieron prucaloprida y 21 recibieron un placebo. Después de seis días, a todos los voluntarios se les realizó una resonancia magnética cerebral. Antes de ingresar al escáner de resonancia magnética, se mostró a los voluntarios una serie de imágenes de animales y paisajes. Los vieron de nuevo más imágenes similares durante el escaneo. Después del escaneo, los voluntarios realizaron una prueba de memoria: se les pidió que distinguieran las imágenes que habían visto antes y durante el escaneo de un conjunto de imágenes completamente nuevas.
Los investigadores encontraron que, en comparación con los que tomaron el placebo, los voluntarios que tomaron prucaloprida fueron significativamente mejores en la prueba de memoria después de la exploración y también tenían exploraciones de resonancia magnética funcional que indicaban una mayor actividad en áreas del cerebro relacionadas con la cognición. El aumento de la actividad se produjo en áreas asociadas con la memoria, como el hipocampo y la circunvolución angular derecha.
Este estudio destaca un potencial muy interesante y muy necesario para reutilizar medicamentos para ayudar a la disfunción cognitiva y será vital trasladar estos hallazgos de poblaciones sanas a poblaciones clínicas. También será importante comprender si la prucaloprida se suma a los efectos de los tratamientos antidepresivos existentes o si se puede utilizar como terapia independiente.
Este trabajo fue presentado en la conferencia del European College of Neuropsychopharmacology en Lisboa y se publica hoy en la revista Translational Psychiatry .
No hay comentarios :
Publicar un comentario