Los resultados aparecen en la revista Nature Medicine. “Tenemos la esperanza de que esto supere algunos de los principales obstáculos enfrentados en la investigación de la inmunoterapia contra el cáncer”, comenta el Dr. Richard Vile, inmunólogo de Mayo Clinic, Profesor de la Fundación de la Familia de Richard M. Schulze y autor principal del estudio. Los ensayos clínicos empezaran dentro de dos años. Investigadores de Mayo Clinic y otros colaboradores del Reino Unido curaron tumores de próstata comprobados en ratones con una vacuna humana, sin efectos secundarios aparentes. Este novedoso abordaje de tratamiento contra el cáncer, motiva al sistema inmune a deshacerse de los tumores prostáticos, sin ayuda ni de quimioterapias tóxicas ni de radioterapia. Este modelo de tratamiento puede algún día ayudar a que la gente viva sin tumores y con menos efectos secundarios que los producidos por terapias actuales. La investigación de Mayo sobre inmunoterapia y dirigida por el Dr. Vile se muestra ya esperanzadora para el tratamiento del cáncer de próstata y del melanoma. Además, es la candidata principal para el tratamiento de muchos otros cánceres más agresivos, como el de pulmón y cerebro, o el cáncer de páncreas. Entre los descubrimientos del equipo estuvo el hecho de que no quedó rastros de enfermedad autoinmune en los ratones. Las células T de los roedores muroideos atacaron solamente las células de cáncer de páncreas, dejando a salvo al tejido sano. Para desarrollar este nuevo abordaje, los genetistas ensamblaron fragmentos de código genético de tejido sano de próstata humana en una biblioteca de ADN complementario (ADNc). Esos pedazos de ADNc se introdujeron después dentro de una miríada de virus de estomatitis vesicular (VSV, por sus siglas en inglés), que se sometieron a cultivo y se reintrodujeron como vacuna en los ratones de prueba mediante una serie de inyecciones intravenosas. El Dr. Vile desplegó los antígenos de la vacuna humana contra el cáncer de próstata mediante el vector mutado del virus de estomatitis vesicular para originar un ataque completo por parte de las células T de los ratones. Después de la exposición a los virus mutados, los sistemas inmunológicos de los animales reconocieron los antígenos expresados en el virus y produjeron una poderosa respuesta inmune para atacar a los tumores prostáticos.
Fuente: Mayo Clinic
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