19 agosto 2024

Como restaurar las bacterias vaginales luego de una infección


Más de la mitad de las mujeres del mundo padecen vaginosis bacteriana (VB), un desequilibrio de los microbios naturales del tracto genital femenino. La afección puede causar síntomas dolorosos y flujo vaginal y, aunque se puede tratar con antibióticos, suele volver a aparecer en poco tiempo. Si no se trata, la VB puede provocar problemas en el embarazo y un mayor riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH.

Un equipo de investigadores del Instituto Broad del MIT y Harvard; el Instituto Ragon del Mass General Brigham, MIT y Harvard; y el Hospital de Investigación Infantil St. Jude ha descubierto que el ácido oleico, uno de los ácidos grasos más abundantes en el cuerpo, restableció el equilibrio saludable de microbios vaginales en un modelo de laboratorio de VB.

El tracto genital femenino humano está colonizado de forma natural por especies microbianas del género Lactobacillus. El tratamiento de la vaginosis bacteriana con antibióticos puede alterar el equilibrio de lactobacilos y hacer que haya una sobreabundancia de Lactobacillus iners, una especie bacteriana que crea un entorno más susceptible a la recurrencia de la vaginosis bacteriana.

Los científicos buscaron métodos para promover el Lactobacillus crispatus, una especie que crea un microbioma más estable que el L. iners. Sin embargo descubrieron una pista importante incluso antes de comenzar el análisis. Un componente del medio de cultivo utilizado para cultivar lactobacilos en el laboratorio estaba alterando la herramienta de análisis, pero las bacterias no crecerían en el cultivo sin él. Mientras solucionaba el problema, apreciaron que muchos de los lactobacilos necesitaban un ingrediente del medio (ácido oleico) para prosperar.

Cuando cultivaron diferentes cepas de lactobacilos con ácido oleico, evidenciaron que el ácido oleico inhibía el crecimiento de L. iners, las bacterias perjudiciales, y simultáneamente promovía el crecimiento de cepas asociadas con una microbiota más saludable, como L. crispatus.

Utilizando la secuenciación de ARN y trabajando con la Plataforma de Metabolómica de Broad y colaboradores de St. Jude's, el equipo identificó un grupo de genes involucrados en el procesamiento de uLCFA que están presentes solo en especies distintas de Lactobacillus iners.

Uno de estos genes codifica la enzima oleato hidratasa, que secuestra uLCFA, un recurso escaso, en una forma que solo las bacterias con esta enzima pueden utilizar. Otro de los genes codifica una bomba de eflujo de ácidos grasos que es necesaria para que las bacterias soporten altas concentraciones de ácido oleico.

El equipo también modeló cómo el ácido oleico podría afectar el microbioma vaginal de pacientes con VB cultivando bacterias asociadas con la VB junto con L. iners y L. crispatus. El ácido oleico inhibió eficazmente el crecimiento de L. iners, así como de la mayoría de las bacterias asociadas con la VB, incluidas algunas cepas resistentes al tratamiento antibiótico estándar. Esto indica que el ácido oleico puede ser una forma eficaz de restaurar un microbioma estable y saludable en el tracto genital femenino después de la VB.

Los investigadores estan trabajando para llevar esta investigación hacia un ensayo clínico en humanos. Estos hallazgos, publicados en la revista Cell , demuestran que el ácido oleico y varios otros ácidos grasos insaturados de cadena larga (uLCFA), que son componentes críticos de las membranas celulares, pueden tener propiedades antimicrobianas, que inhiben simultáneamente el crecimiento de microbios vaginales asociados con efectos negativos para la salud y promueven otras especies asociadas con un tracto genital femenino más saludable.

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