Mediante técnicas de estimulación cerebral profunda, los neurocientíficos de Mayo Clinic buscan señales tempranas en el cerebro que ayuden a detener las convulsiones. En su iniciativa de descubrimiento de biomarcadores, un equipo de investigadores está evaluando cómo los diferentes patrones de estimulación afectan a distintas partes del cerebro.
El objetivo, es personalizar los ajustes de estimulación cerebral terapéutica para pacientes individuales con epilepsia y otros trastornos neurológicos.
Una convulsión es como una tormenta eléctrica en el cerebro. La epilepsia es la causa más común de convulsiones. En un tercio de los pacientes con epilepsia, los medicamentos no controlan las convulsiones. Algunos pacientes pueden someterse a una cirugía para extirpar el tejido cerebral en el lugar donde comienzan las convulsiones, siempre que ello no dañe partes del cerebro que, por ejemplo, controlan el habla o las habilidades motoras.
Otros tipos de tratamientos, incluida la estimulación cerebral profunda , pueden ser adecuados para algunos pacientes. La estimulación cerebral profunda implica la implantación de electrodos en el cerebro que producen impulsos eléctricos para tratar ciertas afecciones médicas, como la epilepsia.
En el marco de un protocolo de investigación, los científicos están estudiando cómo las diferentes partes del cerebro responden a diferentes patrones de estimulación para potencialmente reducir y detener las convulsiones de los pacientes. El equipo incluye ingenieros, médicos y neurocientíficos que analizan las señales eléctricas del cerebro y extraen el significado para las configuraciones adecuadas para el dispositivo de estimulación cerebral profunda de cada paciente.
El objetivo es utilizar la estimulación terapéutica para detener por completo las convulsiones.
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