La cirrosis, la infección por hepatitis y otras causas pueden provocar fibrosis hepática, un endurecimiento del tejido potencialmente letal que, una vez iniciado, es irreversible. Para muchos pacientes, un trasplante de hígado es su única esperanza. Sin embargo, la investigación en el hospital Cedars-Sinai de Los Ángeles puede ofrecer a los pacientes un rayo de esperanza.
Un informe del Cedars-Sinai publicado en la revista Nature Communications, afirma haber descubierto una vía genética que, si se bloquea, podría detener la fibrosis. Los tres genes implicados en este proceso fibrótico se denominan FOXM1, MAT2A y MAT2B.
El equipo de investigación se centró en los tres genes. Uno de ellos, FOXM1, está presente en las células del hígado llamadas hepatocitos y puede desencadenar cáncer de hígado , inflamación y fibrosis si se vuelve hiperactivo. Los otros dos genes, MAT2A y MAT2B, están activos en un segundo tipo de células hepáticas llamadas células estrelladas, que también desempeñan un papel en la fibrosis. Los tres genes codifican diferentes proteínas necesarias para el proceso fibrótico, explicaron los científicos.
Para descubrirlo, el grupo primero indujo inflamación y fibrosis hepática en ratones de laboratorio. Luego trataron a esos ratones con una sustancia conocida como FDI-6 que bloquea la proteína producida por el gen FOXM1.
El resultado fue impresionante: esta terapia no sólo detuvo la fibrosis adicional, sino que pareció revertir parte de la cicatrización fibrótica rígida del tejido del hígado del ratón que ya se había producido.
Es un comienzo esperanzador y el equipo observó que los ratones y los humanos comparten los tres genes que son el foco de esta investigación. Aun así, solo investigaciones futuras podrán determinar si tratamientos como el FDI-6 podrían ayudar a las personas.
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